En una entrevista concedida a Noticias de Gipuzkoa y que reproducimos aquí en su integridad, hablamos con Iñigo Martínez de Marañón, Director Tecnológico de AZTI y Coordinador de la Agenda Estratégica de Alimentación Saludable de BRTA, sobre los retos del sector de la alimentación y sobre el futuro del sector agroalimentario.

Pónganos en contexto, ¿cuáles son los principales retos actuales del sector agroalimentario?

El principal reto del sector alimentario está orientado a dar respuesta a una escasez de recursos para una población mundial creciente que se prevé que alcance los 9000 millones de personas en 2050. El crecimiento de la población mundial unido al incremento del poder adquisitivo en nuevas economías y en segmentos poblacionales específicos, además de la escasez de los recursos tradicionales o actuales, podrá dar lugar a mayores desigualdades sociales. Por otro lado, la crisis climática impactará en la disponibilidad de dichos recursos pudiendo conllevar al agotamiento y competencia por los recursos, induciendo un encarecimiento de las materias primas y de los alimentos derivados. A su vez, dicha crisis se podrá ver agravada por la aparición de riesgos emergentes que podrían afectar, entre otros, a la producción y seguridad alimentaria. En este mismo sentido, la repercusión de la guerra en Ucrania está provocando una tensión similar en el corto plazo que está comprometiendo el abastecimiento de ciertas materias primas alimentarias, y por tanto un encarecimiento de éstas, así como importantes incertidumbres en toda la cadena alimentaria.

Desde BRTA, ¿qué caminos creen que hay que tomar para atajar los desafíos del sector?

Atendiendo a estos desafíos se requiere entre otros optimizar el uso de los recursos actuales, mejorando la eficiencia o el rendimiento del empleo de las materias primas, desde el origen de la materia prima hasta el consumidor, de tal forma que se produzca un menor desperdicio a lo largo de toda la cadena alimentaria. Con esta optimización y con la valorización de aquellas fracciones no utilizadas de estas materias primas y de sus alimentos derivados, se podrá reducir en parte la tensión sobre las fuentes de actuales de alimentos. Sin embargo, no será suficiente para compensar el crecimiento mundial de la población y la reducción, debido al cambio climático, de recursos actuales dirigidos a la producción de alimentos, por tanto, se requerirán nuevas formas de producir ingredientes y alimentos así como garantizar que estos productos sean seguros, saludables y sostenibles.  

¿Qué papeles juegan empresas y consumidores a la hora de transformar el modelo del sector? ¿Pueden los ciudadanos contribuir cambiando sus hábitos alimenticios?

Con el fin de garantizar una alimentación saludable y sostenible, toda la cadena alimentaria debe estar implicada, no solo las empresas de la cadena propiamente dicha sino que también el consumidor (último eslabón de la cadena de alimentación) así como otras empresas y entidades que interaccionan con dicha cadena (ej. proveedores tecnológicos, industria y entidades relacionadas con la salud, … ). Atendiendo a que una parte importante del desperdicio alimentario se produce en el hogar, es muy relevante la concienciación y compromiso de cada persona para contribuir a la sostenibilidad de la cadena alimentaria, y por tanto, las personas desde los diferentes roles que juegan (persona consumidora, educadora, …), deben adaptar o cambiar sus hábitos para hacer una sociedad saludable y sostenible.  

A nivel social, ¿qué tendencias alimentarias están calando entre los consumidores? ¿Son tendencias saludables?

El consumo responsable y ético se ha convertido en parte del estilo de vida, imagen y realización personal de muchas personas, y es una de las tendencias alimentarias identificadas. Esto se traduce en una mayor demanda de productos de cercanía, menos procesados, con menor huella ambiental y, especialmente, en la búsqueda de nuevas alternativas a la proteína animal. El cuidado de la salud y el bienestar físico y mental asoma también como uno de los motores más potentes que influyen en los comportamientos diarios de los consumidores, con un enfoque más proactivo y preventivo, ligado al anhelo de vivir más y mejor. Es claro el avance hacia la nutrición personalizada que sin duda está siendo apoyado por el rapidísimo avance de la ciencia y tecnología. Finalmente, en un contexto en el que se flexibilizan las ocasiones de consumo, las fronteras entre los mundos físico y digital se difuminan, incorporándose soluciones innovadoras e inteligentes para mejorar y personalizar la experiencia de compra y consumo. Se buscan soluciones prácticas que nos simplifiquen la vida, lo que no tiene por qué estar reñido con la salud. De hecho, la industria alimentaria está innovando para ofrecer productos de conveniencia (snacks, platos preparados, …) con perfiles nutricionales mejorados y más saludables.

inigo_martinez_maranon_azti
Iñigo Martínez de Marañón, Director Tecnológico de AZTI y Coordinador de la Agenda Estratégica de Alimentación Saludable de BRTA

¿Qué proyectos en materia de innovación tecnológica alimentaria están desarrollando a día de hoy en BRTA?

En BRTA (Basque Research and Technology Alliance) se acaba de definir una agenda estratégica de I+D en el ámbito de la Alimentación Saludable, agenda que ha sido establecida con la participación de ocho centros de BRTA. En esta agenda se han identificado tres grandes retos tecnológicos entorno a la alimentación saludable: Ingredientes y alimentos seguros, reto en el que se actuará sobre procesos de transformación más seguros así como en el desarrollo de sistemas rápidos de detección de peligros y riesgos; Ingredientes y alimentos con propiedades nutricionales y saludables, reto que abarca la producción agro-ganadera y acuícola dirigida a mejora de la composición nutricional o de compuestos saludables, la obtención de nuevos ingredientes para el desarrollo de productos que garanticen una alimentación saludable, y, el desarrollo de alimentos saludables dirigidos a población general y específica; Nutrición personalizada para un envejecimiento activo, reto orientado a hábitos y necesidades para una alimentación saludable personalizada así como a la nutrición de precisión basada en tecnologías ómicas y analítica de datos.     

Recientemente AZTI participó de la organización del foro internacional Food 4 Future en el BEC, una cita de referencia en el sector de la innovación tecnológica en el sector de la alimentación. ¿Qué novedades destacaría de entre los avances que se han presentado este año en el evento?

Se han conocido las últimas tendencias, soluciones y tecnologías para innovar en toda la cadena de valor de la alimentación, gracias a la participación de profesionales y personas expertas internacionales en el ámbito de la ciencia, la tecnología y la industria (startups y empresas consolidadas). Las novedades y avances que se han presentado en Food4Future han abarcado los grandes retos de la cadena de alimentación: la sostenibilidad, la alimentación saludable y la transformación 4.0 o digitalización de la cadena. Por tanto, se ha discutido y presentado tendencias y soluciones en el ámbito del desperdicio alimentario, las nuevas fuentes de proteínas, la biotecnología (ej. cultivo celular, …) y la nutrición de precisión como oportunidad para el desarrollo de los nuevos alimentos del futuro, la digitalización de la cadena alimentaria a través de la captura (ej. sensores, …) y análisis inteligente de datos como oportunidad para garantizar la trazabilidad integral y hacer más sostenible a toda la cadena de valor, la gastronomía como fuente de inspiración para la industria alimentaria, …

¿Cómo cree que habrá cambiado la industria alimentaria en quince años?

La industria alimentaria, y en general toda las empresas de la cadena alimentaria, estarán digitalizadas y se podrá disponer, en tiempo real, por parte de los diferentes agentes de la cadena de una trazabilidad digital que garantice la seguridad, confianza y la sostenibilidad de los alimentos, de operaciones más eficientes, ágiles y versátiles que integren a todo el negocio de la empresa (todos los procesos o departamentos de las empresas), de una mayor adecuación a las necesidades cambiantes del mercado o de sus clientes (ej. consumidor), … Esta transición digital llevada a cabo por parte de la cadena será también un apoyo, junto con el conocimiento y soluciones de diferente índole que se vayan generando en los centros de I+D (ej. BRTA) y en nuevas empresas de base tecnológica, para garantizar una alimentación sostenible y saludable que dé respuesta a las necesidades generales y particulares (personalización) de las personas consumidoras, las cuales tendrán una mayor esperanza de vida gracias, entre otras, a la prevención de enfermedades ligadas a la alimentación, a los avances que se habrán hecho en el ámbito de la salud y finalmente a una ciudadanía más concienciada por hábitos más saludables.

Últimas noticias