ELSA CUENDE, experta en Tecnologías Pesqueras de AZTI.

Las ‘redes fantasma’ son redes de pesca perdidas o abandonadas durante la pesca, ¿Cómo afectan al ecosistema y a las especies? ¿Qué se puede hacer para reducir su presencia? Te lo contamos.

1. ¿Cómo y por qué acaban las redes de pesca en el mar? ¿Cuánto tardan en desintegrarse?

Los aparejos de pesca pueden ser abandonados, perdidos o descartados de manera voluntaria o involuntaria en la mar por diversos motivos. En concreto estos pueden ser: condiciones meteorológicas adversas, efecto de las corrientes marinas y el oleaje, interacciones con animales o con el fondo marino, falta de experiencia en la operativa de pesca, insuficiente conciencia social, interacción entre aparejos de pesca e insuficientes y/o ineficaces medidas de gestión y prevención.

Actualmente, los distintos aparejos de pesca se fabrican con materiales resistentes, duraderos y no biodegradables por lo que cuando se pierden, abandonan o descartan pueden pasar décadas en la mar produciendo impactos negativos. El tiempo de degradación es altamente variable en función de las propiedades de los polímeros que componen el aparejo y de las condiciones ambientales del entorno. Expuestos a la luz y al efecto del oleaje incluso la abrasión con el fondo o el contacto con otras estructuras marinas, estos materiales pueden romperse, dando lugar a fragmentos más pequeños que se denominan meso- y microplásticos. Éstos, a su vez, conllevan efectos negativos sobre el medio ambiente.

¿Hasta qué punto esto son las redes fantasma un problema en la actualidad?

Los aparejos de pesca abandonados, perdidos o descartados (o los Abandoned, Lost, or otherwise discarded fishing gears ‘ALDFG’ en su término en inglés) son un problema que preocupa cada vez más tanto a la comunidad científica, a los reguladores y al propio sector pesquero ya que representan un componente importante de la contaminación marina global. Esta contaminación a su vez tiene efectos adversos sobre la actividad pesquera, la industria alimentaria, las comunidades costeras, la vida animal y los hábitats naturales (Macfadyen et al., 2009; Richardson et al., 2019b). A modo de referencia, hasta un 40% de los residuos presentes en algunas regiones marinas europeas tienen origen marino, lo que incluye, fundamentalmente, al sector pesquero y marítimo. De hecho, estudios recientes estiman que, a nivel global, el 5.7% de todas las redes de pesca, el 8.6 % de las nasas (trampas de pesca) y el 29% de las líneas usadas (por ejemplo, en palangres) se pierden en los océanos cada año.

2. ¿Cómo afectan las redes de pesca a los animales?                     

Los aparejos que quedan perdidos en la mar (ya sea por abandono voluntario o pérdida) pueden a veces seguir pescando por tiempo indefinido, lo que habitualmente se denomina pesca fantasma o “ghost fishing”. Los artes de pesca ALDFG pueden flotar o hundirse, pero en cualquiera de los casos pueden seguir pescando peces u otros organismos marinos. Esto hace que estos organismos puedan quedarse atrapados o enmallados en los aparejos, generen heridas al estar en contacto con las redes fantasmas, y puedan ingerir fragmentos de sus materiales.

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3. ¿Qué otros efectos tienen las redes fantasma en los ecosistemas marinos?

Además de los efectos sobre organismos vivos, los aparejos perdidos pueden dañar hábitats naturales como los fondos marinos. Allí, un aparejo de pesca queda a merced de las corrientes marinas e impacta negativamente sobre el ecosistema debido al efecto de fricción sobre el fondo (abrasión). Por otro lado, diversos estudios han demostrado que estos aparejos pueden constituir hábitats para especies invasoras, lo que puede también tener un impacto negativo sobre estos ecosistemas. Sin embargo, también hay algunos estudios que indican que se pueden convertir en nuevo sustrato para colonización de vida marina.

Además de los efectos sobre los ecosistemas marinos, es relevante mencionar que los aparejos perdidos pueden suponer un riesgo para las actividades de navegación y seguridad marítima, además de impactar negativamente en la economía y el turismo de las comunidades costeras.

4. ¿Qué se puede hacer para reducir las redes fantasma?

Hay 2 estrategias principales:

  1. Reducir (evitar la llegada al medio ambiente) y
  2. Mitigar (reducir su impacto al medio ambiente)

Según un informe de la FAO, entre las medidas de prevención podemos encontrar el marcaje de los aparejos de pesca, la reducción del esfuerzo pesquero o la creación/impulso de órganos de gestión para el depósito de aparejos de pesca en puerto en el final de su vida. Si bien implementar estas medidas puede reducir el riesgo de generación de ALDFG, cierto riesgo permanecerá siempre y cuando se desarrolle algún tipo de actividad pesquera. Por ese motivo, el diseño de aparejos biodegradables (e.g. BIOFAD), así como la recuperación de éstos una vez generados y su posterior reciclado (e.g. SARETU) son estrategias de vital importancia para mitigar el impacto de los ALDFG en el medio ambiente. Además, estas medidas pueden contribuir a promover una economía circular, fundamental para la sostenibilidad de los recursos naturales.

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