Sí, es buena para la vista. Pero hay mucho más. Aquí algunos datos sobre la zanahoria y sus beneficios

 ANA BARANDA, investigadora de Nuevos Alimentos

Aunque las naranjas son las más comunes, las zanahorias de diferentes colores contienen distintos componentes muy interesantes a nivel de salud:  luteína en zanahorias amarillas, licopeno en las rojas, antocianinas en las púrpuras y componentes fenólicos en las negras.

Los beneficios de la zanahoria

La principal característica de las zanahorias naranjas es su alto contenido en carotenos, especialmente alfacaroteno y betacaroteno, que nuestro cuerpo convierte en vitamina A.

Los carotenoides que contienen tienen un gran poder antioxidante por lo que están vinculados a un mejor funcionamiento inmunitario y a una disminución del riesgo de sufrir múltiples enfermedades, como algunos tipos de cáncer (mama, próstata, colon y estómago) o enfermedades cardiovasculares.

También son buenas para la vista. Los betacarotenos evitan el envejecimiento prematuro, protegen nuestra retina y evitarán la aparición de cataratas (pero no curarán condiciones como la miopía). Pero va más allá, la ausencia de vitamina A es la principal causa de ceguera infantil en países en desarrollo.

La vitamina A también repara las células dañadas por los efectos ambientales (de ahí que en verano ayude a defendernos del sol), y fortalecen y revitalizan las uñas y el pelo.

Las zanahorias tienen, además, una puntuación baja en la escala de índice glicémico (capacidad de aumentar el nivel de azúcar en la sangre). Esta cualidad es importante porque se relaciona con numerosos beneficios para la salud, y, en concreto, para la diabetes.

Otro dato importante: son una fuente de vitamina B6 y contienen altas cantidades del mineral potasio. También encontramos fósforo y magnesio aunque en cantidades más discretas.

beneficios zanahoria verano

Cómo comprar, guardar y consumir zanahorias

  • Si las raíces finas lo más probable es que no sean frescas.
  • Si las compras con hojas, asegúrate de que éstas estén bien verdes y en buen estado, no caídas, endebles ni marrones.
  • Al comprarlas en bolsa, evita las parezcan demasiado secas o húmedas. (Aunque el consejo general siempre será que evites los plásticos)
  • Una zanahoria está rota o agrietada, no tiene por qué ser mala. Es más, puede ser bueno si tenemos en cuenta que algunas variedades son más jugosas y tiernas y, por lo tanto, se rompen más fácilmente.
  • Para conservarlas tiernas y dulces, guárdaleas en una bolsa transpirable en el cajón de verduras de la nevera.
  • Si están muy húmedas, cambia la bolsa o introduce un trozo de papel para que absorba el líquido.
  • Intenta no guardarlas  con manzanas u otras frutas que produzcan mucho etileno para que no se vuelvan amargas.
  • Cocidas liberan carotenoides, haciéndolos más disponibles para nuestro organismo. Crudas, fortalecen los dientes y las encías.

Cómo introducir las zanahorias en la dieta

Las zanahorias son muy versátiles. Lo mismo pueden servirse crudas en ensalada o como bastones para untar en salsas o cremas, cocidas como guarnición o acompañadas de otros vegetales, o incluso en postres, ya que su dulzor las hace perfectas para la elaboración de bizcochos. Y, por supuesto, en zumos o smoothies.

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