LAURA FERNÁNDEZ. Experta en procesado de alimentos. AZTI

Ahora más que nunca debemos hacer una compra responsable y no comprar de manera descontrolada para poder así reducir el desperdicio alimentario y también para que todos tengamos acceso a todos los alimentos.

Conviene buscar más tiempo para poder planificar nuestras comidas y menús adecuadamente, pasar tiempo en la cocina y aprovechar para diseñar nuevas recetas. Es una muy buena ocasión para aprender a organizarnos, aprovechar todos los ingredientes que tenemos en casa y no desperdiciar nada.

Los alimentos más desperdiciados en los hogares y cómo evitarlo

En cuanto a alimentos no elaborados las frutas y verduras frescas son las que más se desperdician y en lo que se refiere a alimentos elaborados las legumbres, principalmente las lentejas (representan el 10% de las recetas que se tiran a la basura), y los garbanzos.

Estos días debemos intentar comprar frutas que no se deterioren rápidamente y que tengan una vida útil larga para salir a comprar el menor número de veces posible y tener siempre fruta fresca en casa.

  • Compra fruta que mantenga sus características sensoriales durante varios días: manzanas, naranjas, mandarinas, peras…
  • Compra fruta más perecedera, como las fresas, en menor cantidad. Cuando las compres consúmelas en los próximos 2-3 días y cuando se terminen consume las menos perecederas.
  • Si tienes fruta muy madura puedes emplearla en diferentes recetas evitando que acaben en la basura. Puedes preparar batidos de frutas, smoothies, granizados, mermeladas, macedonias, bizcochos o tartas.

Para el caso de las verduras y las legumbres, la congelación es una buena manera de reducir el desperdicio alimentario:

  • Verdura: si tienes mucha verdura (alcachofas, guisantes, cebollas, zanahorias, pimientos…) y prevés que se te puede terminar estropeando, puedes hacer una menestra, consumir una parte y congelar el resto.
  • Legumbres: congelar las legumbres ya elaboradas, por ejemplo, unas lentejas con verduras, también es una buena opción ya que una vez descongeladas y regeneradas, sus características sensoriales no se ven prácticamente afectadas. Si ves que has preparado más de las que vas a poder consumir en los próximos días, congela en el momento aquellas raciones que no vayas a comer, seguro que te vienen de perlas algún otro día que no tengas tiempo para cocinar.

*Consejo: procura etiquetar los alimentos congelados con la fecha de congelación para llevar una correcta rotación e intentar consumir antes los más antiguos o los que llevan más tiempo en tu congelador.

Siguiendo con las legumbres, si te han sobrado por ejemplo garbanzos, puedes aprovecharlos para preparar riquísimas y saludables recetas como hummus o falafel. El hummus es un snack perfecto para picar entre horas o consumirlo como aperitivo antes de tus comidas y muy fácil de preparar. El falafel es una especie de hamburguesa o croqueta de garbanzos que se elabora con verduras y especias.

Debemos hacer una compra responsable y no comprar de manera descontrolada para poder reducir el desperdicio alimentario
El hummus es un snack perfecto para picar entre horas o consumirlo como aperitivo antes de tus comidas y muy fácil de preparar.

El pan es otro de los alimentos más desperdiciados en los hogares. Si te ha sobrado pan, puedes congelarlo para consumirlo cuando lo necesites o si es de un día para otro, puedes preparar un sinfín de elaboraciones para no desperdiciarlo:

  • Tostadas: las puedes preparar con aceite y ajo, con tomate o con hierbas aromáticas (orégano, tomillo, albahaca).
  • Torrijas: es otra deliciosa manera de aprovechar el pan que puede llevar varios días en casa.
  • Pan rallado: lo puedes personalizar añadiéndole ajo, especias u otros ingredientes que se te ocurran y utilizarlo en diferentes elaboraciones.
  • Picatostes: puedes añadirlos a las cremas de verduras, a las ensaladas, al gazpacho… Les darán un toque diferente a tus platos.

A la hora de cocinar

Aquí tenemos unos consejos y algunas ideas de recetas que nos pueden ayudar a reducir el desperdicio de alimentos en la cocina:

  • Cocina primero los alimentos más perecederos y los más antiguos. Es imprescindible realizar una correcta rotación de los productos.
  • Cuidado con las cantidades a la hora de elaborar los platos. Ten en cuenta las raciones para cada persona (niños, adolescentes, adultos, personas mayores).
  • Si tienes varios ingredientes que están a punto de deteriorarse como champiñones, tomates, pimientos, berenjenas, calabacines… haz un arroz o un plato de pasta con esos ingredientes para que no se pierdan. Los productos a base de cereales son muy agradecidos y combinan de maravilla con muchos ingredientes. Aprovecha para innovar y crear nuevas recetas de aprovechamiento.
  • Hacer una ensalada también puede ser una buena manera de utilizar aquellos ingredientes que puedes tener en la nevera en pequeñas cantidades y que se van a terminar perdiendo. Por ejemplo, puedes incorporar a tus ensaladas champiñón laminado, pimiento crudo en dados, zanahoria rallada, espinacas o incluso fruta (melón, fresa, naranja, manzana, piña).  Te quedará un plato muy completo y diferente.
  • Para aprovechar los huevos que preveas que se puedan terminar perdiendo, intenta darles salida preparando un bizcocho, un flan, unas tortitas o una tarta. También puedes preparar huevos cocidos y añadirlos a diferentes elaboraciones como ensaladas, verduras, legumbres, croquetas o puedes hacerlos rellenos.
  • Con las sobras de diferentes comidas puedes preparar deliciosas croquetas, empanadillas o empanadas: de pescado, de verduras, de carne, de cocido… Ahora tenemos más tiempo para dedicarle a la cocina y a nuestra alimentación, por lo que podemos preparar recetas que antes no teníamos tiempo de elaborar.
  • Prepara cremas o gazpachos con aquellos ingredientes que se puedan deteriorar en los próximos días: gazpacho de tomate y frutos rojos, de melón, de remolacha, cremas de hongos o setas, de garbanzos, de calabaza, de puerro…

Planificación de menús

Este es otro punto importante para reducir el desperdicio de alimentos en nuestro hogar. Planificando los menús de una semana podremos tener una visión global de nuestras comidas, lo que nos facilitará el poder comer variado y diseñar menús equilibrados y saludables. Se deben diseñar los menús teniendo en cuenta los productos que tenemos en casa en ese momento y anotaremos en la lista de la compra los que necesitaremos. Además, planificándonos de esta manera reduciremos el número de salidas a supermercados o a tiendas de alimentación.

Fecha de caducidad y consumo preferente

La fecha de caducidad hace referencia a la seguridad alimentaria, pasada esa fecha el producto puede suponer un riesgo para la salud, mientras que la fecha de consumo preferente hace referencia a la calidad y se suele aplicar a productos con una vida útil más larga (aceites, legumbres, cereales…). Esto quiere decir que a partir de esa fecha puede que las características sensoriales se vean ligeramente alteradas, pero el producto no pondría en riesgo nuestra salud. Entender estas diferencias es muy importante ya que puede ayudarnos a reducir el desperdicio alimentario en nuestros hogares.

Referencias

  • Más Alimento, menos desperdicio. Programa para la reducción de las pérdidas y el desperdicio alimentario y la valorización de los alimentos desechados. Iniciativa del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) https://www.menosdesperdicio.es/

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