ANDERS LANZÉN, ION ABAD, LEIRE GARATE investigadores de Funcionamiento de ecosistemas marinos

El monitoreo rutinario es fundamental para entender las consecuencias de los impactos que las personas ejercen sobre la costa, impactos como la eutrofización, la contaminación industrial y la alteración hidrológica. El monitoreo nos permite medir el nivel de contaminantes y la biodiversidad que se ve afectada y hacerlo de la forma más eficiente es clave para lograr una buena gestión de los ecosistemas y en este contexto, los sedimentos marinos son clave.

Los sedimentos marinos albergan actividades de gran importancia como el reciclado de nutrientes provenientes de la columna de agua. Por otro lado, los microorganismos que se encuentran en estos sedimentos, son la base de las redes tróficas y, además, producen compuestos necesarios para otros organismos, haciéndolos un elemento clave en el funcionamiento de los ecosistemas marinos.

A pesar de su gran importancia, debido a su pequeño tamaño y la alta complejidad que conlleva su estudio, en las actividades de monitoreo rutinario realizadas hasta ahora las comunidades microbianas han pasado desapercibidas. Sin embargo, el avance de técnicas como el ADN ambiental (eDNA) y el análisis de redes de coocurrencia van ganando fuerza, ya que resuelven algunos problemas de los métodos clásicos, como el tener que depender de la pericia de taxónomos calificados, lo que dificulta que los programas de monitoreo se puedan ampliar y que se puedan realizar comparaciones entre regiones o estudios.

ADN ambiental (eDNA)

Se trata de una técnica de monitoreo molecular basado en microorganismos que ayuda a mejorar la comprensión de las condiciones locales en ambientes marinos. Estudiar de esta forma los sedimentos marinos proporciona, además, resultados de forma más rápida (aproximadamente un mes, frente al año que pueden tardar las inspecciones tradicionales basadas en morfología) y rentable. Todo ello permite obtener una mayor resolución espacial y temporal en el monitoreo, y proporcionar alertas tempranas para mejorar la gestión de los recursos ambientales.

Análisis de redes de coocurrencia

Este análisis ofrece un método para interpretar los datos desde el contexto de las interacciones biológicas, con el fin de utilizar este conocimiento para desarrollar nuevos indicadores moleculares, para cuantificar  especies claves para el mantenimiento de la red de interacciones y así el funcionamiento del ecosistema.

Con estos resultados podemos entender cómo funcionan estos ecosistemas, identificar las especies más vulnerables a las alteraciones o identificar las especies que pueden jugar un papel clave porque su desaparición afectaría a toda la comunidad. Esto es muy importante porque así podremos identificar bioindicadores, es decir, las especies de sedimentos marinos que miden la salud del ecosistema. Así, podremos mejorar la precisión y eficacia del biomonitoreo y hacerlo con mejor cobertura y frecuencia.

En este vídeo se puede ver el trabajo del equipo del proyecto IndiRed, donde buscan bioindicadores de impacto en el monitoreo de ecosistemas marinos basándose en el análisis de los sedimentos marinos.

La importancia de los sedimentos marinos en la gestión de ecosistemas

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