ANNA RUBIO, ASIER NIETO y GUILLERMO BOYRA. Expertos en Tecnologías marinas y Gestión pesquera de AZTI.

Desde finales de septiembre, un nuevo «habitante» ha estado surcando los mares: Xixili ha estado planeando en las aguas frente a Bilbao durante veinte días con la importante misión de tomar medidas científicas de variables ambientales y biológicas. Este vehículo autónomo submarino, conocido entre los investigadores como glider (planeador en inglés), va a permitir al personal investigador de AZTI explorar diferentes aspectos de la dinámica costera y sus efectos en la vida marina. Del mismo modo que hicieron en su día sirenas y lamias, como Xixili de Bermeo, los gliders vigilan hoy nuestros océanos, proporcionándonos datos en tiempo real y alcanzando rincones difíciles de explorar de manera intensiva y continuada con los métodos tradicionales usados en oceanografía, como fondeos o campañas a bordo de buques de investigación.

Figura  1. Algunos miembros del grupo de la campaña glider.

Xixili completó con éxito las pruebas en el mar el pasado julio frente al Puerto de Pasaia, con el apoyo técnico de sus fabricantes, la empresa francesa Alseamar. Se trata de un vehículo capaz de navegar y medir en continuo desde la superficie del mar hasta profundidades de 1000 metros. Empleando un ingenioso mecanismo de cambios de flotabilidad que lo hacen más o menos denso que el agua de mar, el glider alterna tramos de inmersión y tramos de ascenso, mientras planea para avanzar en su recorrido. En las ascensiones, Xixili puede salir del agua para transmitir su posición y corregir su rumbo. Un equipo de investigadoras e investigadores del grupo de Tecnologías Marinas de AZTI se encargan de pilotarlo, comunicándose con él diariamente vía satélite y analizando en tiempo real los datos que transmite.

Figura  2. Calibración del glider en piscina, en las instalaciones de AZTI Pasaia
Figura  3. Lanzamiento de prueba del glider el 22 de julio, frente a Pasaia
Figura  4. Control de la misión y pilotaje del glider desde las oficinas de AZTI

Tecnología puntera que también se utiliza en la campaña Juvena

Xixili está equipado con dos paquetes de sensores intercambiables, conocidos como “nose” (nariz en inglés). El que está instalado actualmente consiste en un sensor de temperatura y conductividad y una sonda acústica, y está diseñado para estudios de la dinámica de especies pelágicas. Un segundo paquete consiste en sensores capaces de medir parámetros como la temperatura y la salinidad, la turbidez, la fluorescencia, la cantidad de oxígeno disuelto y la concentración de nutrientes (nitratos), variables clave para el estudio de procesos biogeoquímicos, ligados a la producción primaria oceánica.

Figura  5. Glider con los dos paquetes de sensores o “noses” (el “nose” con la sonda acústica detrás a la derecha, a punto de ser instalado).

Esta primera misión ha estado enmarcada en el último tramo de la campaña JUVENA 2022, dedicada a la evaluación de la abundancia de anchoa juvenil en el Golfo de Bizakaia. Xixili y JUVENA han coincidido durante varios días con el fin de registrar datos que permitan realizar la intercalibración de sus sensores para su validación. Tras el final de JUVENA, Xixili ha seguido muestreando el mar durante casi dos semanas con el fin de seguir monitoreando la dinámica de los juveniles de anchoa y estudiar su migración desde aguas oceánicas hacia la costa que se produce cada año a lo largo del otoño.

Figura 6. Recorrido del glider durante los primeros días de la campaña (puntos blancos). Vectores de la corriente media (flechas rojas) registrada en los 200 primeros metros de la columna de agua
Figura 7. Primeros datos registrados de temperatura (panel de la izquierda) e intensidad del eco acústico (paneles de la derecha). Eje x: Fechas de la campaña, desde su inicio el 23 de septiembre; Eje y: Profundidad en metros.

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