Tomate y beneficios: este clásico del verano es indispensable ya sea preparado solo, en ensalada, en deliciosos gazpachos o salmorejos, cocinados como salsa, en pisto… Hay mil maneras de consumir este alimento que, pese a ser botánicamente una fruta, se consume, prepara y trata como un vegetal.

 ANA BARANDA, investigadora de Nuevos Alimentos

¿Para qué es beneficioso el tomate?

Es una gran fuente de fibra y muchas vitaminas y minerales: vitamina C, colina, vitamina E, potasio, fósforo, magnesio.

Por otro lado, los tomates son la principal fuente dietética del licopeno, un antioxidante que, además aportar su característico color rojo, está relacionado con muchos beneficios como la reducción del riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, como el de mama, próstata, pulmón y estómago.

El consumo de tomates también está asociado a la reducción del riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles como enfermedades cardiovasculares, hipertensión y obesidad.

Por último, también son buenos para la piel, ya que nos ayuda a protegernos de las quemaduras del sol. Si a esto le sumamos que en verano están en su mejor punto, ¿no es el tomate uno de los alimentos estrella del verano?

Consejos básicos para sacar el máximo provecho al tomate y sus beneficios

Para sacar el máximo partido al tomate y sus beneficios, conviene tener en cuenta algunos consejos. Al ir a comprarlos, es mejor seleccionar aquellos que tengan colores vivos, piel fina sin arrugas, grietas, golpes o puntos blandos. Los tomates maduros los notarás ligeramente (al tocarlos estarán algo blandos), y tienen un aroma dulce bastante perceptible.

Según su estado de maduración, los guardaremos de una manera u otra.

  • Si no los hemos abierto o aún no están listos para tomar, lo mejor será guardarlos a temperatura ambiente y no expuestos a luz directa.
  • Para acelerar el proceso de maduración, pueden depositarse en una bolsa de papel junto a un plátano o manzana.
  • Si, al contrario, el tomate ya parece demasiado maduro, lo mejor será guardarlo en la nevera. En este caso, deben sacarse unos 30 minutos antes de ser consumidos, para recuperar su máximo sabor y jugosidad.

El licopeno se encuentra en mayor concentración en la piel del tomate. Generalmente, cuanto más rojo el tomate, más licopeno tiene. También hay que tener en cuenta que, a diferencia de la mayoría de los antioxidantes, el licopeno se absorbe mejor tras procesarse mediante cocción o exprimido, por ejemplo. Así, el zumo de tomate o el tomate cocido permite una mayor asimilación del licopeno que el tomate crudo.

Otro dato que conviene tener en cuenta: el licopeno es liposoluble, por lo que añadir aceite en su preparación (si es de oliva, mucho mejor) ayudará a que se solubilice y absorba mejor.

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