La combinación nutrición personalizada y deporte viene pisando fuerte. De la misma manera que asumimos que para asistir dignamente a una carrera es esencial entrenar corriendo, es igual de importante ser consciente de que planificar la alimentación puede ser tanto o más decisivo que el mero hecho de salir a correr.

Desde hace años, son muchos los avances que se están dando en nutrición personalizada y deporte. Hoy en día existen nuevas técnicas que nos permiten realizar la medición de nuevos marcadores específicos y requerimientos personalizados en alimentación que hasta ahora habían pasado desapercibidos y con los que podemos acceder a información que antes desconocíamos.

Estos marcadores son muy útiles para conocer, con una precisión cada vez más milimétrica, las diferentes necesidades alimentarias que tenemos. Atendiendo a la premisa de que no existen dos personas iguales, su nutrición tampoco debería ser la misma. Es por ello que la nutrición personalizada, entendida como la adecuación de la alimentación a las necesidades específicas de la persona, nos da la oportunidad de aplicar las nuevas tecnologías de medición y conocer, innovar y crear una gran variedad de productos y planes saludables que pueden estar al servicio de nuestros objetivos deportivos.

Dentro de ese gran abanico de técnicas nuevas que están desarrollándose, la lipidómica de membrana de glóbulos rojos es una de las que más nos atrae, ya que nos permite conocer a tiempo real algo tan esencial como la dinámica con la que se comportan las grasas dentro de nuestro cuerpo.

Hablamos con Javier Amézaga, investigador del área de alimentación y salud de AZTI.

Nutrición de precisión mejor rendimiento deportivo

¿En qué consiste la lipidómica de membrana y por qué es útil cuando hablamos de nutrición personalizada y deporte?

La lipidómica de membrana es una técnica nos permite conocer la composición grasa de las membranas celulares de los glóbulos rojos. Esto consiste en analizar, a partir de una muestra de sangre, una estructura de un tipo de células que se mueven por todo el cuerpo. Esas estructuras son las membranas, que actúan tanto de barrera protectora frente a elementos indeseados, como de puntos de contacto entre unas y otras células de cara a compartir nutrientes, información… Algo así como las fronteras entre dos territorios.

Estas “barreras” están compuestas en gran medida de grasa y, dependiendo del tipo de grasa, nos informan de si la membrana está preparada para defenderse e interactuar con su entorno como debe. En ocasiones, por diferentes motivos, que pueden ser de origen endógeno (ej.: cambios en el metabolismo) o exógeno (ej.: nutrición, cambios asociados por el hecho de hacer deporte…), su composición no es la ideal.  Para corregirlo hay que tener en cuenta de dónde viene ese desequilibrio, y corregirlo con el nutriente adecuado.

Una vez hecha la lipidómica, ¿cuál es el siguiente paso?

A partir de los resultados obtenidos de la analítica de sangre específica conoceremos cuáles son los desequilibrios que pueden encontrarse en las membranas de las células, si es que los hubiese. De ser así, podríamos actuar en consecuencia a través de una nutrición adaptada o una posible suplementación, en caso de que esto último fuera necesario. Hay que resaltar que, pese a que analicemos los tipos de ácidos grasos, no solo podemos saber la dinámica de estos o adaptar la nutrición en base a ellos, sino que el metabolismo de las grasas puede verse condicionado por muchos otros compuestos, como los hidratos de carbono, por ejemplo.

¿Puede la nutrición de precisión ayudar a mejorar el rendimiento deportivo, más allá del control del peso?

Desde luego. Bajo el paraguas de la nutrición de precisión hay una serie de técnicas que, en combinación con la lipidómica de membrana, nos permiten conocer con gran detalle qué nutrientes son los que necesita una persona, y qué efecto podrán tener en ella.

Por ejemplo, en un deportista, una estrategia interesante puede ser controlar los procesos inflamatorios, de cara a su recuperación. A través de la lipidómica podemos conocer si su organismo tiene la combinación adecuada de ácidos grasos para que esto se lleve a cabo y, en caso negativo, buscar cuáles necesita. Pero si además lo combinamos con técnicas como las que estudian su genética y su microbiota, podemos saber cuál es la fuente ideal para aportarle ese nutriente y de qué manera lo va a metabolizar.

AZTI es socio científico del Athletic Club. ¿En qué consiste exactamente esta colaboración?

Colaboramos con el Athletic Club asesorándoles en lo referente a la nutrición personalizada.  En este caso, aplicamos las técnicas de nutrición de precisión con los y las jugadoras y, junto con el conocimiento y la experiencia del Athletic Club sobre sus deportistas, podemos establecer cuáles son las necesidades en cada momento y adaptar las recomendaciones a cada situación. Empleamos diferentes técnicas analíticas como las mencionadas para poder estudiar y aplicar las mejores estrategias nutricionales adaptándolas a cada jugador y jugadora.

La alianza de un club deportivo con un centro tecnológico tiene muchas ventajas para ambas partes. Por un lado, el club (y sus deportistas) cuentan con la última tecnología para ponerla al servicio de sus logros deportivos. Por otro, como centro tecnológico, poder trabajar con personas con unas características físicas y objetivos tan específicos nos aporta un conocimiento muy valioso para luego poder extrapolarlo al trabajo con otros grupos y con distintas necesidades nutricionales.

La lipodímica de membrana formaparte de las ciencias ómicas, ¿qué otras aplicaciones tienen estas tecnologías? ¿Están muy extendidas?

Las ciencias ómicas, en general, también profundizan en el conocimiento de cómo los alimentos repercuten en el funcionamiento del cuerpo, por lo que también son muy útiles en la prevención o la evolución de las enfermedades; permitiendo así mejorar la nutrición humana y sus consecuencias para la salud. Aún así, y a pesar de su enorme potencial, en la actualidad la incorporación de las tecnologías ómicas a la I+D empresarial del sector de la alimentación saludable es todavía residual.

Para impulsar el desarrollo e ingredientes y alimentos funcionales y nutracéuticos mediante la aplicación de tecnologías ómicas se creó recientemente la  Red Tecnomifood, de la que AZTI forma parte junto con otros cuatro Centros Tecnológicos de referencia a nivel español y europeo en la generación de conocimiento científico para avanzar en uso de las ómicas en el ámbito alimentario y su transferencia empresarial.

Concretamente, AZTI se centra en estudios lipidómicos en diferentes grupos poblacionales para el diseño de alimentos funcionales y/o nutraceúticos y además de nutrición la nutrición deportiva, otro de los campos en los que estamos inmersos es en el de la prevención de la obesidad.

Últimas noticias