Una nueva forma de pescar bonito del norte mucho más eficiente
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NEREA GOIKOETXEA, AINHOA CABALLERO, NICOLÁS GOÑI, YOLANDA SAGARMINAGA y GORKA GABIÑA, investigadores de las áreas de Tecnologías pesqueras sostenibles, Gestión pesquera sostenible y Tecnologías marinas de AZTI
La costera del bonito del norte (Thunnus alalunga) es un tipo de pesca estacional que inicia la flota de cacea (curricán) a mediados de mayo y a la que se une la flota de cebo-vivo (bonito pescado a caña) en semanas posteriores. Tanto la cacea como el cebo vivo son dos artes de pesca de superficie artesanales, que permiten la pesca del bonito del norte de una manera selectiva ya que el 98% de las capturas son de esta especie objetivo.
La costera finaliza una vez agotada la cuota asignada a tan apreciada especie, últimamente en agosto, pudiéndose prolongar hasta noviembre.
Durante los meses que dura la costera, la flota sigue la migración del bonito que inicia su aparición alrededor de las islas Azores y habitualmente se interna en el golfo de Bizkaia, llegando también a aguas del suroeste de Irlanda. En esta migración trófica, esta especie busca un hábitat favorable que garantice su supervivencia y su acceso a presas de valor calórico suficiente, que se caracteriza por unas condiciones oceanográficas clave (e.g. rangos de temperatura y concentración de clorofila). La dieta del atún blanco (Thunnus alalunga) del Atlántico Norte se compone en gran parte de crustáceos y en menor proporción de peces. En el sureste del golfo de Bizkaia, donde tiene lugar gran parte de la pesquería, a pesar de mostrar una importante variabilidad estacional e interanual, la presa más importante en la dieta del bonito parece ser la anchoa (Engraulis encrasicolus). Al ser un predador visual, suele permanecer en aguas relativamente limpias, pero cerca de zonas productivas donde puede sumergirse en busca de presas.
Las características oceanográficas en las que se distribuye esta especie varían en función del mes de la costera. Así, al inicio de la costera, cuando los cardúmenes empiezan a hacer su primera aparición en la zona al noreste de las islas Azores, las condiciones térmicas parecen ser las más limitantes para la distribución del bonito. Una vez han alcanzado aguas del golfo, buscan zonas productivas donde pueden localizar pequeños pelágicos y alimentarse. Según avanza la costera y la temperatura del agua se va calentando, algunos individuos permanecen dentro del golfo y siguen siendo objetivo de flota de cebo vivo, mientras que otros cardúmenes pueden seguir su migración hacia el norte llegando a aguas más frías al suroeste de Irlanda donde la flota de cacea, principalmente, realiza su actividad.
El seguimiento de la migración de esta especie por parte de la flota supone tener que realizar una búsqueda intensa de los bancos de bonito del norte y una vez localizado, en ocasiones, realizar largos desplazamientos.
La distribución del pescado y el comportamiento humano modulan el consumo de combustible, un gasto que puede representar el 50% de los costos operativos totales del buque, siendo una de las principales preocupaciones de las empresas pesqueras y que influye tanto en la rentabilidad como en la sostenibilidad de la industria pesquera. Además, no es solo un problema económico sino también medioambiental, dado que se estima que a través de emisiones de gases de efecto invernadero las emisiones de la industria pesquera mundial por tonelada desembarcada de pescado han aumentado un 21% recientemente.
Así, cualquier herramienta que facilite la localización del cardumen y contribuya a la reducción del tiempo de búsqueda resultará en una minimización importante del consumo de combustible y como consecuencia, a la reducción de su huella de carbono.
Tecnología para identificar las mejores zonas de pesca
Actualmente, existen herramientas informáticas que compilan información oceanográfica y la visualizan de una forma sencilla, amigable y eficaz. El objetivo de estas herramientas es proveer de datos en tiempo real cuya interpretación facilite la toma de decisión en la elección de las zonas de pesca. Entre estas herramientas está MarineView, un software diseñado en colaboración con Marine Instruments para minimizar el esfuerzo pesquero, identificando zonas de pesca anticipadamente. MarineView ofrece un servicio integral de recogida de datos de satélites y de modelos oceanográficos y permite una visualización intuitiva y de fácil manejo.
La información oceanográfica se completa con recomendaciones semanales de zonas de interés pesquero, que se generan y envían desde AZTI a los barcos usuarios de esta herramienta.
Expertos de este centro tecnológico analizan los mapas en busca de estructuras oceanográficas que afecten al comportamiento del pescado y poder así facilitar la localización de cardúmenes de bonito del norte. La tripulación de los barcos usuarios reciben esta información de manera automática en el barco y pueden visualizarla en el software MarineView junto con los mapas oceanográficos que reciben diariamente.
*Este artículo se publicó en agosto de 2021 en la revista Ruta Pesquera.