Desde el Centro Tecnológico AZTI, a lo largo de los años se han desarrollado diversos estudios para mejorar la selectividad de las artes de pesca. Estos estudios han aportado resultados para la mejora de selectividad del anzuelo en pesquería de merluza con palangre y para las de trasmallo y beta/mallabakarra en las pesquerías artesanales del País Vasco. También se ha trabajado sobre la optimización de la selectividad de las redes de arrastre a la baca y a la pareja, además de analizar el comportamiento de peces en relación con el arte de pesca y a los dispositivos selectivos.

Dispositivos selectivos para minimizar las capturas no deseadas

Un ejemplo reciente de estos últimos estudios es el proyecto Mendes 2 que se ha enfocado en la optimización de la selectividad de la red de arrastre en el caladero del Cantábrico y Noroeste, contando como socios con la Organización de Productores de Pesca de Altura de Ondarroa (OPPAO) y la Organización de Productores de Pesca Fresca del Puerto y Ría de Marín (OPROMAR). Estudios de este tipo contribuyen además a dar contenido técnico a los Planes de Descartes españoles y a los planes de gestión pesquera multianuales que irán marcando en el corto y medio plazo las pautas técnicas para la adecuar la operativa de la flota española a la regulación europea.

Este proyecto ha demostrado que el uso de dispositivos selectivos en las redes de pesca de arrastre contribuye a reducir significativamente la captura no deseada de especies pesqueras sujetas a Total Admisible de Capturas cuya explotación se busca que sea más sostenible. El trabajo, tanto de ideación de soluciones técnicas como de pruebas de mar, se ha llevado a cabo a bordo de buques de pesca comercial y cuenta con la verificación del personal investigador de AZTI y de los propios pescadores. Se ha focalizado principalmente en jurel, merluza, gallos, bacaladilla y caballa –las especies más afectadas por la Obligación de Desembarque– y ha incluido pruebas experimentales de dispositivos selectivos en las modalidades de arrastre más practicadas en aguas del Cantábrico y del Noroeste Ibérico: arrastre a la pareja y arrastre a la baca. En concreto, las pruebas de dispositivos selectivos han conllevado la evaluación de prestaciones de captura de las redes de arrastre a la pareja equipadas con panel de malla cuadrada de 80 mm en diferentes posiciones en el copo de la red (plan alto y bajo), así como con un copo de malla cuadrada de 60 mm, como alternativa al copo de malla romboidal de 70 mm en las pesquerías de arrastre baca.

“Estas pruebas, han demostrado que en los buques de arrastre que operan a la pareja, un panel de malla cuadrada de 80 mm situado en la parte inferior del copo de la red permite reducir de modo relevante la captura de merluza por debajo de la talla mínima de referencia para la conservación, es decir de la captura no deseada”, asegura Esteban Puente, responsable del proyecto en AZTI. De acuerdo con el experto, para el caso del arrastre a la baca, el copo de malla de cuadrada de 60 mm de luz de malla reduce muy sustancialmente la captura de merluza por debajo de la talla mínima permitida sin afectar significativamente a las capturas de talla comercializable, un resultado que también se produce de forma especialmente destacable en el caso del jurel. Sin embargo, estos efectos no han sido tan marcados en otros casos: “Un panel de malla cuadrada de 80 mm en la parte superior del copo de la red tiene un efecto casi despreciable en la reducción de capturas no deseadas de especies demersales como la merluza y el gallo en arrastre a la baca, pero sí contribuye a reducir la captura de tallas inferiores a la mínima permitida en especies de comportamiento más pelágico como el jurel”, apunta Puente.

Reducir capturas no deseadas

Retos para la implantación de los dispositivos selectivos

La implantación de los dispositivos selectivos, sin embargo, tiene un cierto impacto económico para las empresas pesqueras por la alteración de las capturas en otras especies comerciales menores; una consecuencia que el experto considera que podría ser asumible si se tienen en cuenta los beneficios que aportarían en el medio-largo plazo sobre la situación de stocks de algunas especies principales en la pesquería. Así pues, resulta necesario seguir avanzando en estas líneas de investigación para aumentar la selectividad en las artes de pesca y seguir reduciendo los niveles de captura no deseada de las flotas cuando las redes todavía están en el agua, evitándose así los costes asociados a dicha captura si fuera retenida por la red y embarcada a bordo”, añade el experto.

En los últimos años AZTI viene trabajando también en la cuantificación y minimización de impactos de la pesca de arrastre en las poblaciones de cetáceos por medio de pruebas de pesca experimental con dispositivos acústicos activos de disuasión para delfines realizadas en estrecha colaboración con sector y administración pesqueros.

AZTI trabaja igualmente con el sector atunero congelador sobre mejoras en el código de buenas prácticas para una pesca responsable, ayudando en la mejora de la selectividad de la pesca de cerco y minimizando el impacto sobre el ecosistema marino. Se ha avanzado en particular en el desarrollo de nuevos materiales sostenibles para mitigar impactos negativos de los Dispositivos Concentradores de Pesca (DCPs) en el medio marino y en la sustitución progresiva por modelos nuevos no enmallantes y biodegradables.

*Este artículo fue originalmente publicado en Industrias Pesqueras.

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