La información es una herramienta indispensable para aumentar la confianza del consumidor en los productos alimentarios, pero ¿qué información es conveniente compartir y cómo hay que ofrecerla?

EIT Food SMART TAGS, proyecto financiado por EIT Food, ha investigado el potencial del etiquetado inteligente a la hora de aportar información sobre la cadena de valor de los productos alimentarios durante todo el ciclo de vida del producto, permitiendo nuevos conceptos de servicio e interactividad entre los consumidores y la industria alimentaria, así como dando visibilidad a todos los actores de la cadena alimentaria.

La investigación se ha realizado en cuatro fases:

  1. Análisis de las tecnologías de etiquetas inteligentes disponibles y su utilización en la cadena de valor alimentaria;
  2. Evaluación de las necesidades y expectativas de los consumidores y otros interesados en relación con las etiquetas inteligentes (para lo que se han recogido aportaciones directas de más de 4000 personas de nueve países);
  3. Análisis en profundidad de potenciales, puntos fuertes, puntos débiles, oportunidades y los tratos asociados a las diferentes soluciones de etiquetas inteligentes;
  4. Pre-pilotaje de distintas opciones de etiquetado inteligente.

Principales descubrimientos sobre la aceptación de los consumidores

Hay pocos estudios empíricos que investiguen la aceptación o la confianza de los consumidores en las tecnologías de envasado inteligente (principal tecnología disponible que transmite información sobre aspectos como la frescura, la temperatura o el tiempo a través del envase).

Al examinar las tecnologías propuestas para la trazabilidad de la cadena de suministro, (con un objetivo similar al del embalaje inteligente: la comunicación), se llegó a la conclusión de que la aceptación de los consumidores, las limitaciones jurídicas y algunas cuestiones técnicas constituyen una barrera importante para una mayor aceptación de las soluciones de etiquetas inteligentes en las cadenas de valor de los alimentos.

Tras evaluar las necesidades y expectativas de los consumidores, se llegó a dos conclusiones. Por un lado, que las etiquetas inteligentes tienen el potencial de satisfacer muchas de las necesidades de los consumidores y proveedores. Por otro, que existe una voluntad entre los consumidores de pagar una prima por tales soluciones.

En cuanto a tipos específicos de etiquetas y su potencial, el indicador de etiquetas inteligentes de nitrógeno -pilotado por MATIS (Islandia), AZTI (España) y KU Leuven (Bélgica)- para indicar la frescura de diferentes alimentos mostró tener especial potencial en la cadena de valor de los alimentos de origen marino.

Sobre qué tipo de información conviene incluir, hay informaciones que tienen más sentido para los profesionales de la cadena de valor que para el consumidor y que su uso se tiene que limitar a la relación con las empresas. Así se demostró en un proyecto piloto llevado a cabo por VTT (Finlandia) y MATIS (Islandia) para registrar la temperatura con etiqueta inteligente NFC. Esta iniciativa estaba pensada para que los consumidores y proveedores pudieran vigilar la temperatura de los alimentos durante toda la cadena logística y de transporte del alimento. Sin embargo, puesto que las lecturas de temperatura requieren conocimientos especializados para interpretarlas, ya sea en parámetros de calidad o de vida útil, se demostró que su uso no era útil para los consumidores.

El proyecto ha dado la oportunidad de hacer pruebas con otros sistemas, como indicadores de etiquetas inteligentes de oxígeno que pueden informar de fugas en el envase. También una etiqueta de «tapa de vino» que proporciona una identidad electrónica única para las botellas y otros contenedores que, al ser escaneada con un teléfono inteligente, ofrece información sobre cuándo y dónde se ha cultivado y embotellado el vino, pero también información extra sobre notas de cata u opciones de maridaje de alimentos y, a través del indicador de temperatura, permite al usuario saber cuándo el vino está a la temperatura ideal para beber.

Siguientes pasos

Todos los aprendizajes, descubrimientos e innovaciones del proyecto serán publicados y puestos al servicio de nuevos proyectos investigación e innovación para seguir mejorando la tecnología y ampliando su potencial y aceptación por parte del público que, gracias a iniciativas de este tipo, se va familiarizando con las soluciones que pueden ofrecer.

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