• En el marco del proyecto europeo Monitool, el centro tecnológico AZTI organiza una Jornada Técnica para presentar el proyecto y las técnicas de muestreo pasivos utilizadas para la evaluación del estado de contaminación de las aguas
  • La iniciativa, impulsada por el Programa Interreg Área Atlántica, cuenta con un presupuesto de casi 2 millones de euros

Pasaia, a 19 de marzo de 2020. – El buen estado de las aguas es clave para el bienestar de la flora y la fauna e influye de forma directa en la sostenibilidad de los recursos marinos. Para evaluar correctamente su calidad, el centro tecnológico vasco AZTI participa, junto con otros 7 centros de investigación europeos, en el proyecto Monitool, una iniciativa que busca validar nuevas tecnologías avanzadas para analizar la concentración de metales contaminantes en el agua.

Para conocer los avances registrados por la iniciativa, que comenzó en 2017, representantes del proyecto celebraron a inicios del mes de marzo una jornada técnica sobre el uso de muetreadores pasivos.

Estas herramientas están siendo utilizadas en Monitool para la evaluación de la contaminación química de las aguas marinas. El proyecto busca demostrar su validez en medios altamente variables como estuarios y áreas costeras, en las que la masa de agua se encuentra en fluctuación constante.

El acto congregó a representantes de la Autoridad Portuaria de Bilbao y de la Viceconsejería de Medio Ambiente y Cambio Climático del Principado de Asturias. También participaron miembros de empresas de consultoría medioambiental, de la Universidad del País Vasco y del laboratorio IPROMA, además de investigadores y técnicos de AZTI.

Entre los ponentes, aparte de investigadores de AZTI, se contó con otros socios del proyecto como Jean-Louis González, del instituto francés IFREMER, y Natalia Montero, de la Universidad de Cagliari (Cerdeña).

El encuentro sirvió además para presentar los resultados alcanzados hasta ahora en dicho proyecto, así como las técnicas de muestreo pasivo más utilizadas en la actualidad para la evaluación química de la calidad de las aguas y para la gestión ambiental en recintos portuarios.

Del Atlántico al Mediterráneo

“Nuestro proyecto se centra en la validación de tecnologías de muestreo pasivo. Hemos realizado dos campañas de muestreo de aguas costeras y estuáricas en las que se han utilizado alrededor de 300 dispositivos de DGT y se han recogido más de 450 muestras de agua a lo largo de toda la costa atlántica, desde Escocia hasta Canarias, y en la zona mediterránea de Cerdeña”,

asegura la experta en evaluación del medio marino de AZTI María Jesús Belzunce Segarra.

En su opinión, Monitool busca implementar las tecnologías de muestreo pasivo en la Directiva Marco del Agua de la UE, con el objetivo de obtener una mejora significativa a la hora de evaluar el estado químico de todas las aguas de Europa mediante el uso de métodos más eficaces y representativos que los empleados hasta ahora.

“Los estuarios y la costa son medios de alta hidrodinámica, lo que significa una gran variabilidad de las masas de agua en el espacio y en el tiempo. Las técnicas de muestreo tradicional no integran está variabilidad ni los cambios que implica en la concentración y formas químicas de los contaminantes presentes en las aguas, registrando tan solo una medida de un momento concreto y, por tanto, no representativo de lo que sucede en el conjunto de la masa de agua”, agrega la experta.

Las herramientas de muestreo pasivo testadas en Monitool permitirán una mayor eficacia y representatividad del estado de contaminación, ya que hacen posible llegar a concentraciones muy bajas de contaminantes y, por tanto, evaluar mejor el posible efecto tóxico en el medio marino. Además, se trata de técnicas más sencillas y limpias porque la manipulación de las muestras en el laboratorio es menor y más fácil, reduciendo el riesgo de contaminar la muestra.

Para validar esta metodología, el proyecto ha realizado dos campañas para comparar los resultados obtenidos mediante muestreo con DGT con las técnicas tradicionales. La primera campaña se realizó en época de lluvias y la segunda en época seca, recogiendo muestras en costas y estuarios de 8 regiones de todo el Atlántico y parte del Mediterráneo. Así, desde julio de 2017 se han recopilado más de 700 muestras de agua, en las cuales se han analizado mediante 3 técnicas diferentes la concentración de cadmio, níquel, plomo, aluminio, cobalto, cobre, cromo, hierro, manganeso, plata y zinc.

En estos momentos el proyecto se encuentra en fase de estudio e interpretación de los resultados, y la investigación se dará por finalizada en diciembre de 2020.

El consorcio del proyecto, liderado por Dublin City University (DCU), está compuesto, además de AZTI, por el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), el Instituto Superior Técnico de Lisboa (IST), el Instituto Portugués do Mar e da Atmosfera (IPMA), el Institut Français de Recherche pour L’explotation de la Mer (IFREMER), Center for the Environment Fisheries and Aquaculture Science (CEFAS) y la Università degli Studi di Cagliari.

La iniciativa, que ha sido impulsada y financiada en un 75% por el Programa Interreg Área Atlántica (2016-2020), cuenta con un presupuesto de casi 2 millones de euros. Apoyan esta iniciativa una serie de entidades colaboradoras y usuarios finales entre las que se encuentra la Agencia Vasca del Agua URA, The Scottish Government, Scottish Environment Protection Agency, la Viceconsejeria de Medioambiente del Gobierno de Canarias, el Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria, Marine Institute Foras na Mara, Environmental Protection Agency, Agencia Française pour la Biodiversité, Agência Portuguesa do Ambiente y el Instituto Hidrológico de Lisboa.

Últimas noticias