La biodiversidad que alberga el planeta Tierra genera enormes bienes y servicios ecosistémicos y su importancia se refleja en diferentes ámbitos: biológico, científico, cultural, social, económico o recreativo. La conservación de la biodiversidad es un asunto de interés global, ya que de ella depende que podamos satisfacer nuestras necesidades básicas, así como acceder a servicios esenciales para nuestro bienestar.

JAVIER FRANCO investigador de Gestión ambiental de mares y costas e ISABEL GARCÍA, investigadora de Funcionamiento de ecosistemas marinos

Un día como hoy hace 29 años, el 21 de mayo de 1992, la Unión Europea (por aquel entonces la Comunidad Económica Europea) adoptó la Directiva Hábitats, y con ella se puso en marcha la Red Natura 2000, una red ecológica europea de áreas de conservación de la biodiversidad. Su finalidad es asegurar la supervivencia a largo plazo de las especies y los tipos de hábitat en Europa, contribuyendo a detener la pérdida de biodiversidad global.

La Red Natura 2000 es el principal instrumento para la conservación de la naturaleza en la Unión Europea y se ha convertido en la mayor red de áreas protegidas del mundo.

La Red Natura 2000 está constituida por dos tipos de áreas protegidas:

  • Zonas Especiales de Conservación (ZEC): establecidas de acuerdo con la Directiva Hábitats; se trata de áreas especiales para la conservación por albergar hábitats y/o especies de interés comunitario. La designación de ZEC incluye una fase intermedia de tramitación, cuando los estados identifican y proponen sitios de interés, llamados Lugares de Interés Comunitario (LIC). Una vez aprobados por la Comisión Europea, los LIC se convierten en ZEC.
  • Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA): designadas en virtud de la Directiva Aves (originalmente adoptada em 1979 y posteriormente reemplazada en 2009). Se trata de zonas de singular relevancia para la conservación de las aves silvestres, particularmente de las especies amenazadas, vulnerables o raras.

Hoy en día más de 27.000 espacios naturales conforman esta red a nivel europeo, que suponen alrededor del 18% de la superficie terrestre de la UE y más del 8% de su espacio marino.

Actualmente en España existen cerca de 2.000 áreas que forman parte de la Red Natura 2000, que comprenden en conjunto una superficie total de más de 222.000 km2, de los cuales aproximadamente 138.000 km2 corresponden a superficie terrestre (27,3 % del territorio), y unos 84.300 km2 a superficie marina.

El desarrollo de la Red Natura 2000 en el medio marino ha sido mucho más lento que en el ámbito terrestre, y la mayoría de los espacios marinos protegidos son costeros. La ampliación de la red en el ámbito marino es, sin duda, un asunto pendiente, también en España, el país con una mayor diversidad de especies marinas de toda Europa.

La Red Natura 2000 en la Demarcación Noratlántica

El Golfo de Vizcaya y la costa Ibero atlántica son zonas muy importantes para diferentes especies de fauna marina. En esta área habitan unas 25 especies de cetáceos (cachalotes, ballenas, delfines, zifios, marsopas) y varias decenas de especies de aves marinas (pertenecientes a los grupos de gaviotas, charranes, alcatraces, cormoranes, álcidos, pardelas, etc.), muchas de ellas catalogadas como en peligro de extinción, vulnerables o amenazadas.

En esta área se han declarado diez espacios marinos al amparo de la Red Natura 2000: dos Zonas Especiales de Conservación y ocho Zonas de Especial Protección para las Aves. Sin embargo, muchas de estas áreas no contemplan la protección de las especies anteriormente citadas.

El proyecto EVALRENAT

Uno de los grandes desafíos para una adecuada conservación y gestión de estas (y otras) especies es la obtención de datos y conocimiento científico que nos permita conocer su distribución en el espacio y el tiempo, su abundancia y su relación con otros componentes del medio marino. En este contexto, las campañas oceanográficas multidisciplinares son una plataforma ideal para la recogida de estos y otros datos de diferentes componentes del ecosistema marino (como, por ejemplo, de presas potenciales y de las variables oceanográficas).

El proyecto EVALRENAT pretende contribuir a un mejor conocimiento de la abundancia y distribución de estas especies en la Demarcación Noratlántica, para identificar aquellas zonas importantes y/o críticas para su conservación y evaluar la relevancia de los espacios de la Red Natura 2000 para la protección de estas especies.

Aunque en el ámbito de la conservación de la biodiversidad en la UE ya se ha recorrido un largo camino, aún queda mucho por hacer, sobre todo en el entorno marino. Muchas son las cuestiones por mejorar; no debemos olvidar que la Red Natura 2000 no termina en la declaración de espacios protegidos que garanticen la protección de especies y hábitats, sino que tales espacios se convierten en instrumentos de gestión para la mejora del estado de tales especies y hábitats, lo que implica un compromiso y una responsabilidad de todos los actores implicados.

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