AINHOA CABALLERO, JOSEBA CASTRESANA y GORKA GABIÑA, área de Tecnologías pesqueras sostenibles

La pesca del bonito del norte (Thunnus alalunga) está estrechamente relacionada con la migración de esta especie. Así, la costera de bonito se concentra entre finales de primavera y principios de otoño, cuando esta especie migra desde zonas oceánicas del Atlántico norte hacia las productivas aguas del noreste Atlántico, visitando las Islas Azores, el golfo de Bizkaia y el sur de Irlanda, siguiendo un rango de temperatura superficial del agua preferencial (Sagarminaga y Arrizabalaga, 2010).

Recientemente, el marcaje de un individuo juvenil ha permitido al centro tecnológico AZTI obtener información de su migración durante dos años consecutivos. Los datos recabados indican que  este individuo marcado en el sureste del golfo de Bizkaia ocupó durante el invierno aguas profundas del noroeste atlántico, al contrario que en el golfo de Bizkaia donde durante el verano ocupó aguas más someras.

Sin embargo, a pesar de este patrón migratorio, existe una variabilidad interanual, por lo que tanto al inicio como durante la costera existe cierta incertidumbre sobre las zonas que ocupará esta especie.

Además, como consecuencia del cambio climático, se ha observado que esta especie ha comenzado cada vez antes su migración trófica: 3 días antes por década durante el periodo 1981-2017 (Chust et al., 2019); y 8 días antes durante el periodo 1967-2005 (Dufour et al., 2010). Asimismo, también se ha observado una tendencia a alcanzar cada año zonas más septentrionales (Chust et al., 2019).

Como consecuencia de estos patrones de migración estacional del bonito, las flotas de cacea (o curricán) y de cebo vivo (pesca a caña) han de desplazarse centenares e incluso miles de millas náuticas para localizar bancos de esta especie. Teniendo en cuenta que el coste del combustible puede suponer el 50% de los gastos de esta actividad, en el contexto de la crisis energética actual, es clave buscar soluciones encaminadas al ahorro de combustible en barcos para garantizar la sostenibilidad de esta actividad y reducir su huella de carbono.

Medidas para reducir el consumo energético en barcos pesqueros

Existen diferentes actuaciones para reducir el consumo energético en barcos pesqueros (Bastardie et al., 2022). Estas intervenciones pueden centrarse en cambios estructurales del barco, cambios en la propulsión, modificaciones ligadas a las artes de pesca, patrones operativos, etc.

Para plantear medidas dirigidas a la reducción del consumo energético, es recomendable disponer previamente de un análisis histórico de diferentes parámetros relacionados con el consumo energético de la flota, que permita tener un marco de referencia sobre el cual plantear medidas y realizar posteriormente un seguimiento de su eficacia. Este es uno de los objetivos del proyecto DIPEGUI, liderado por la Organización de Productores de Gipuzkoa (OPEGUI), una organización sin ánimo de lucro creada por las Cofradías de pescadores de Gipuzkoa en el año 1986. Este proyecto financiado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y los fondos NEXT-GEN, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, contribuye al fomento de un sector pesquero innovador y energéticamente más eficiente, a través del desarrollo tecnológico y la digitalización de la flota de bajura.

En este estudio, AZTI ha analizado los datos de 13 costeras de bonito de la flota de cacea y de cebo vivo de aproximadamente 40 barcos de OPEGUI, en Gipuzkoa. Los resultados de este análisis han permitido caracterizar el patrón operativo (tiempo-distancia-velocidad durante la pesca/navegación) que resulta en diferentes consumos de combustible (L combustible/h) y huella de carbono (CO2/tn captura), así como de la intensidad de uso de combustible (FUI, L combustible/tn de captura) para cada temporada y arte de pesca.

Hasta un 30% menos de consumo de combustible

A partir de los resultados preliminares del análisis del patrón operativo y de consumo de estos buques, por un lado, se ha observado que la duración de las costeras de bonito ha disminuido desde 2009 hasta la fecha, y que los índices FUI (litro de fuel por tonelada de captura), de ambas flotas han disminuido en los últimos años, manteniéndose constantes desde 2017. Por ejemplo, en 2021, las flotas de cebo vivo y cacea mostraron valores de FUI de 326 L/tn y 605 L/tn, respectivamente; mientras que en 2015 mostraron índices FUI de 684 L/tn y 1419 L/tn.

Por otro lado, en el caso de la flota de cacea, en los últimos años se ha observado una tendencia a cubrir zonas más occidentales del golfo de Bizkaia al comienzo de la costera, mostrando índices FUI más elevados en los meses de mayo-junio con respecto a los meses posteriores de la costera.

En este aspecto, una ligera reducción en la velocidad de ruta podría conllevar un gran ahorro en el consumo de combustible y una consiguiente reducción de la huella de carbono de estos buques. Dada la similitud a una relación cúbica entre velocidad de buque y consumo de combustible, se estima que una reducción de velocidad en ruta de un nudo (en órdenes de magnitud de una reducción de 10 a 9 nudos) supondría una reducción superior al 30% en el consumo instantáneo del motor principal, para ambas flotas.

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