«Nuestros mares y ecosistemas marinos están sufriendo el impacto de años de severa sobrexplotación y abandono. Es posible que pronto lleguemos a un punto de no retorno, pero la nueva Estrategia de la UE para la Diversidad Biológica hasta 2030 y otros elementos del Acuerdo Verde Europeo traen nuevas esperanzas de que se llevarán a cabo medidas urgentes y coherentes de protección y restauración», ha dicho Hans Bruyninckx.

Es poco probable que los Estados miembro de la UE logren para 2020 el objetivo de «buen estado medioambiental» de la Directiva Marco de la Estrategia Marina de la UE en todas sus aguas, la principal ley de la UE para la protección del medio ambiente marino. Aun así, se han logrado progresos y logros significativos desde la aplicación de la Directiva. El propio informe de la Comisión Europea, que examina el estado actual de aplicación de la presente Directiva, que también se ha publicado hace unos días, se hace eco de estas conclusiones. El informe del EEA se basa en la revisión de la Comisión y sugiere soluciones que pueden ayudar a la UE a alcanzar el objetivo de la legislación de mares limpios, saludables y productivos, principalmente a través de la gestión basada en los ecosistemas.

Ante el aumento de las amenazas que plantea la sobreexplotación de los recursos marinos, la contaminación y el cambio climático, es necesario adoptar medidas urgentes para que los mares de Europa vuelvan a tener un buen estado. Según un reciente informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA) sobre los ecosistemas marinos de Europa, “todavía tenemos la oportunidad de restaurar nuestros ecosistemas marinos si actuamos de manera decisiva y coherente y logramos un equilibrio sostenible entre la forma en que utilizamos los mares y nuestro impacto en el medio marino”, ha dicho Hans Bruyninckx, Director Ejecutivo de la EEA.

La situación actual de los mares de Europa es, en general, deficiente, según el informe de la EEA «Marine Messages II«. Esta es una mala noticia para la sociedad, ya que afecta a nuestra calidad de vida, medios de vida y economía. El estado de nuestros mares determina la capacidad de suministro, entre otros, de oxígeno, alimentos, un clima habitable y ciertas materias primas, y también es importante para nuestro ocio y nuestra salud.

El uso histórico y actual de nuestros mares, desde el Báltico hasta el Mediterráneo, está pasando factura, lo que está dando lugar a cambios en la composición de las especies marinas y los hábitats, y cambios en el estado físico y químico general de los mares. A estos problemas complejos se suma el cambio climático, que está empeorando su impacto. Los efectos combinados de estos cambios podrían causar daños irreversibles a los ecosistemas marinos, según el informe de la EEA. Sin embargo, hay signos de recuperación de los ecosistemas marinos en algunas zonas como resultado de esfuerzos significativos, a menudo de décadas, para reducir ciertos impactos como los causados por contaminantes, la eutrofización y la sobrepesca, según dice el informe.

Todos los datos comunicados por los Estados miembro de la UE a la Comisión se hacen públicos por primera vez en un sitio web específico sobre WISE-Marine, donde se encontrarán también datos y herramientas de visualización que ofrecen una visión general del estado del medio marino en la UE. Este trabajo para la EEA ha sido realizado por el “Centro Europeo para las aguas continentales, costeras y marinas” (ETC-ICM, por sus siglas en inglés), del que AZTI forma parte. El Dr Angel Borja, investigador de AZTI, es el coordinador científico del ETC-ICM para la parte marina, y ha sido el revisor de este informe.

Otros hallazgos clave:

  • La economía marítima de la UE sigue creciendo y se espera que aumente la competencia por los recursos marinos como los peces, los combustibles fósiles, los minerales o la producción de energía renovable y el espacio. Esto añadirá una presión adicional sobre los ecosistemas marinos ya sobreexplotados. Para evitarlo, el crecimiento de este sector debe desvincularse de la degradación y el agotamiento del ecosistema marino y contenerse dentro de los límites para su uso sostenible.
  • A pesar de los compromisos de la UE y del mundo, la pérdida de biodiversidad en los mares de Europa no se ha detenido. Un elevado número de especies marinas y evaluaciones del hábitat siguen mostrando un «estado de conservación desfavorable». Los estudios apuntan a la difícil situación en que se encuentran especies como aves marinas, mamíferos marinos (focas y ballenas) y poblaciones de peces, como el bacalao.

Las medidas de gestión dirigidas a especies y hábitats marinos individuales han dado lugar a mejoras en su estado en algunas regiones marinas de la UE, pero este éxito fragmentado no compensa los efectos combinados de las múltiples presiones de las actividades humanas en todos los mares de Europa.

  • Cuando la cooperación regional se ha establecido y aplicado de manera consistente, las tendencias negativas en ciertas presiones están empezando a revertirse, por ejemplo, los niveles de nutrientes y contaminantes o la introducción de especies no autóctonas.
  • Las interacciones tierra-mar, así como la importancia de las zonas costeras, son dimensiones importantes a tener en cuenta cuando las acciones están diseñadas para reducir las presiones sobre el medio marino.
  • Los cambios en la temperatura, el nivel de oxígeno, y la acidificación de los océanos, indican que se están produciendo cambios sistémicos negativos en las regiones marinas de la UE, que reducen aún más la resiliencia de los ecosistemas marinos, incluida la resiliencia al cambio climático.
  • La aplicación de políticas regionales y de la UE ayuda a identificar un conjunto de lecciones para restaurar los ecosistemas marinos, que deben utilizarse al elaborar acciones y soluciones para lograr mares limpios, saludables y productivos.
  • Con determinación política, recursos adicionales y una mayor coordinación entre las partes interesadas y la integración de políticas, Europa puede avanzar hacia una «buena condición» para sus mares dentro del marco político actual de la UE para 2030. Para lograr este objetivo, es necesario reducir las presiones sobre los ecosistemas marinos. Con la ambición de proteger el 30 % de los mares de Europa y el 10 % bajo «protección estricta», la nueva Estrategia de la UE para la Diversidad Biológica hasta 2030 aporta un nuevo impulso para reducir esas presiones.
  • Lograr un buen estado para los mares de Europa es fundamental para los objetivos de la Economía Azul Sostenible y de la planificación espacial marítima, tal como se refleja en el Acuerdo Verde Europeo.

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