En un estudio publicado en Nature Communications se identifican zonas de todo el mundo que representan un alto riesgo de exposición al plástico marino para las aves marinas oceánicas. Se identificaron zonas de alto riesgo de exposición en los mares Mediterráneo y Negro, así como en alta mar y en las Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) de EE.UU., Japón y el Reino Unido. Los resultados ponen de relieve la necesidad de mejorar la cooperación y la colaboración internacionales para hacer frente a la amenaza mundial de la contaminación por plásticos.

Muchas especies de aves marinas son especialmente sensibles a la contaminación por plásticos, ya que a menudo los ingieren o se enredan en ellos cuando buscan alimento. Las aves marinas oceánicas, como los petreles, que recorren grandes distancias durante la búsqueda de alimento y la migración, corren un mayor riesgo, ya que retienen el plástico durante períodos más largos debido a la estructura de su tracto digestivo. Muchas especies de petreles también se consideran amenazadas y probablemente vulnerables a los peligros del plástico. Dado el aumento de la contaminación por plásticos marinos y su distribución irregular por todo el mundo, es crucial comprender dónde se encuentran las aves marinas y dónde corren el riesgo de estar expuestas a los plásticos para poder tomar medidas de mitigación y conservación.

Para investigar el solapamiento entre los petreles y los plásticos oceánicos, un equipo de investigación entre cuyos participantes estaba Maite Louzao, experta de AZTI en el funcionamiento de ecosistemas marinos, cuantificaron el riesgo de exposición al plástico de 77 especies de petreles -incluidas pardelas, fulmares y priones- a escala mundial. Examinaron el solapamiento espacial y temporal entre las estimaciones de densidad de plásticos marinos y los datos de seguimiento individual de más de 7.000 aves. Los autores compararon los riesgos de exposición entre poblaciones, estaciones y jurisdicciones, incluidas las zonas de alta mar fuera de las ZEE que están fuera de la jurisdicción nacional de las naciones costeras. Descubrieron que las especies amenazadas -como la pardela balear, la pardela de Newell y el petrel hawaiano- tienen un mayor riesgo de exposición. Esto es especialmente preocupante para las especies que ya tienen un mayor riesgo de extinción debido a otras amenazas como las especies invasoras, la pesca y el cambio climático. Los autores descubrieron que el riesgo de exposición se producía principalmente fuera de las ZEE donde crían las aves, por lo que sólo mitigar la contaminación por plásticos dentro de las ZEE no protegería adecuadamente a la mayoría de las especies.

Los autores sostienen que la colaboración internacional es clave para abordar los impactos del plástico marino en una amplia variedad de especies.

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