• La estimación de la biomasa de 2021 se encuentra ligeramente por debajo del promedio de la serie histórica del estudio, que todos los años lidera el centro tecnológico AZTI.
  • Los datos obtenidos garantizan un reclutamiento medio para la campaña pesquera de 2022
  • El Gobierno Vasco, impulsor de esta iniciativa valora positivamente los datos que viene a afianzar la buena salud que goza la anchoa juvenil en nuestras costas
  • Con la financiación del Gobierno Vasco y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la decimonovena edición de JUVENA ha contado también con el apoyo del Instituto Español de Oceanografía (IEO)

Pasaia, a 29 de noviembre de 2021.- La población actual de juveniles de anchoa en el golfo de Bizkaia se sitúa en 208.000 toneladas, según los datos del estudio JUVENA que todos los años lidera el centro tecnológico AZTI. La cifra garantiza el reclutamiento medio de esta especie para la campaña pesquera de 2022, a pesar de situarse ligeramente por debajo de la media de la serie histórica.

Los datos obtenidos este año están asimismo por debajo de los resultados de 2020, año en el que la biomasa analizada alcanzó las 230.000 toneladas.

“La estimación de la biomasa de este año es de abundancia mediana. Está ligeramente por debajo del promedio de la serie histórica, y los resultados obtenidos prevén un nivel de reclutamiento medio para el próximo año”, explica Guillermo Boyra, investigador de AZTI y responsable de la campaña oceanográfica.

El viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria y presidente de AZTI, Bittor Oroz ha señalado que “viene a afianzar la buena salud que goza la anchoa juvenil en nuestras costas, ya que permite a los arrantzales de Euskadi continuar con la pesquería de la anchoa de manera sostenible”.

La campaña JUVENA, desarrollada por AZTI desde 2003, permite extraer conclusiones para establecer los límites de la gestión pesquera de la anchoa del año siguiente, en base a la medición de la biomasa de anchoa juvenil que habita en el golfo de Bizkaia.

La decimonovena edición de este estudio, financiado por el Gobierno Vasco, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Instituto Español de Oceanografía (IEO), se ha llevado a cabo entre los meses de agosto y septiembre a bordo de los barcos oceanográficos Emma Bardán y Ángeles Alvariño. La investigación ha cubierto un total de 37.500 millas náuticas cuadradas.

En el marco del estudio, el personal investigador de AZTI también han apreciado cambios en la distribución geográfica de la anchoa juvenil y en su tamaño.

“Este año los juveniles cubrieron una gran zona del golfo, llegando hasta el norte de la plataforma francesa. Su distribución espacial posiblemente estuviera influenciada por la presencia de una capa superficial de plancton, denominada zikiña por los pescadores vascos, y que este año hemos podido identificar que se encuentra formada principalmente por pequeñas salpas. Dada la enorme extensión que ocupaba este año la zikiña por todo el golfo de Bizkaia, creemos que podría haber afectado a la distribución de la anchoa, que parece evitar las zonas de zikiña de forma activa. Además, se aprecia una tendencia a la baja en el tamaño en la última década. Frente a los 10.6 cm de 2004, o los 8,3 cm de 2010, en 2021 la media es de 5,3 cm y el año pasado fue de 6,1”, añade el experto de AZTI.

Medición ecosistémica

La campaña JUVENA tiene un perfil ecosistémico. Además de la biomasa de anchoa y el resto de la comunidad de especies de pequeños pelágicos, los investigadores miden otras variables como el contexto hidrográfico (temperatura, salinidad, etc.) o el plancton. Estos parámetros permiten realizar una evaluación holística y garantizar el cumplimiento de la Directiva Marco de la Estrategia Marina y de la Política Pesquera Común.

“Analizar estos datos complementarios nos ayuda a comprender mejor los factores determinantes asociados a la supervivencia y reproducción de la anchoa juvenil y garantizar así un reclutamiento y una gestión pesquera sostenible de la especie”, precisa Boyra.

La campaña JUVENA 2021 ha contado además con un programa de observadores que han registrado la distribución y la abundancia de predadores de la anchoa (aves marinas, mamíferos marinos y grandes especies pelágicas), así como de actividades humanas (como basuras marinas o presencia de embarcaciones).

Acerca de basuras marinas se detectaron en abundancias similares a las observadas en los últimos tres años. Las basuras más frecuentes fueron las basuras plásticas, que se avistaron regularmente tanto en aguas del Cantábrico como en la plataforma francesa (donde se hallaron las mayores agregaciones).

Los resultados de JUVENA permiten efectuar recomendaciones a las autoridades pesqueras teniendo en cuenta las regulaciones actuales de explotación de anchoa, elaboradas por personal científico de AZTI, el IEO, el IFREMER y el organismo de la Comisión Europea STECF.

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