Puertas voladoras: tecnología para un arrastre más sostenible
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MIKEL BASTERRETXEA, experto en Tecnologías pesqueras sostenibles
En el sector de la pesca de arrastre, cada componente del arte de pesca influye tanto en la eficacia como en el impacto ambiental de la actividad y las puertas juegan un papel técnico y ecológico fundamental. Estos dispositivos, esenciales para mantener la abertura horizontal de la red, han sido tradicionalmente arrastrados por el fondo marino, generando un impacto directo sobre hábitats sedimentarios. Los surcos que dejan a su paso no solo alteran la estructura del lecho, sino que contribuyen a una presión ambiental creciente sobre los ecosistemas bentónicos.
Sin embargo, una alternativa tecnológica empieza a ganar tracción en el sector: las puertas semi-pelágicas, comúnmente conocidas como puertas voladoras. A diferencia de las convencionales, estas puertas permiten regular con precisión su altura respecto al fondo marino, lo que posibilita que «vuelen» mientras avanzan sobre el fondo, manteniéndose a cierta distancia del lecho y reduciendo —incluso eliminando— el contacto físico con el fondo.
Este cambio no es menor. Las puertas voladoras no solo suponen una mejora ambiental, sino que también presentan ventajas operativas claras, como una menor resistencia hidrodinámica al avance. Esto se traduce, a igualdad de condiciones de pesca, en un menor consumo de combustible. Diversos estudios (entre otros realizados por Franco et al. (2013), Grimaldo et al. (2015) y Eayrs et al. (2012)), han confirmado estas reducciones, aunque es importante matizar que los resultados varían según las características propias de cada buque.
La implementación eficiente de estas puertas depende en gran medida de un sistema de sensórica adecuada, capaz de monitorizar en tiempo real su posición y comportamiento. Conocer su altura respecto al fondo es clave para realizar los ajustes oportunos desde el puente —como la velocidad del buque o la longitud del cable— y asegurar un funcionamiento óptimo y seguro.
Centros tecnológicos como AZTI están desarrollando y probando estas puertas en distintos proyectos, con el objetivo de cuantificar con precisión sus beneficios en términos de reducción de impacto y ahorro energético. Estas experiencias permiten establecer bases más sólidas para su potencial implementación a gran escala.

En este contexto, del 1 al15 de junio, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha llevado a cabo unas pruebas para caracterizar las potenciales mejoras en impacto y consumo que ofrecen las puertas voladoras frente a las de fondo. Estas pruebas se han ejecutado durante la campaña que se realiza anualmente para mejorar la selectividad en las redes de arrastre en el golfo de Vizcaya. Los trabajos se han llevado a cabo bajo la dirección científica de la Fundación AZTI a bordo del buque oceanográfico del ministerio Emma Bardán.
No obstante, el camino hacia su adopción generalizada aún presenta barreras. El coste de los sensores y sistemas de control no siempre es asumible para todos los armadores. Además, su operativa requiere un cambio en las maniobras tradicionales del arrastre, algo que, en un sector tan experimentado como conservador, suele necesitar tiempo. Por último, no hay que olvidar un aspecto práctico: al eliminar el contacto de la puerta con el fondo, se pierde también la llamada “cortina de sedimento”, que en ciertas zonas ayuda a concentrar el pescado y puede, en algunos casos, afectar a la captura.
A pesar de estas limitaciones, las puertas voladoras representan un paso firme hacia una pesca de arrastre más responsable, alineada con los principios de sostenibilidad que cada vez cobran mayor peso en la gestión pesquera. No estamos ante una moda, sino ante una tecnología que, bien implementada, puede equilibrar productividad y conservación. Y eso, en un mar con futuro, es más necesario que nunca.
Si quieres conocer otras tecnologías al servicio de una pesca más sostenible, puedes descargarte nuestra memoria sobre el tema.
Este artículo se publicó originalmente en la revista Ruta Pesquera.