• El trabajo, realizado con el apoyo del proyecto LIFE Integrado Urban Klima 2050, detecta alteraciones asociadas al cambio climático y al aumento de los fenómenos extremos.
  • Además, los resultados indican que el calentamiento del mar y del aire ha repercutido en la comunidad bentónica de la costa vasca.
  • Conocer los efectos del cambio climático sobre el mar permite definir estrategias de adaptación a dichos efectos, y establecer medidas de mitigación.

Los efectos del cambio climático en el mar y en las zonas costeras como el calentamiento global de los océanos, los eventos extremos de las olas y la aceleración del aumento del nivel del mar, son una realidad en la costa vasca, tal y como demuestra un informe liderado por AZTI que alerta de cambios en el régimen climático y la redistribución de la biodiversidad en el golfo de Bizkaia.

El objetivo del estudio, realizado con el apoyo del proyecto LIFE integrado Urban Klima 2050 y publicado en la revista especializada Science of the Total Environment, es hacer un análisis de series temporales de indicadores de cambio climático en el golfo de Bizkaia, incluyendo la costa vasca. Para ello, se ha utilizado una metodología integrada y flexible, basada en Modelos Aditivos Mixtos Generalizados, que ha permitido detectar tendencias en 19 indicadores (incluyendo física marina, química, atmósfera, hidrología, geomorfología, biodiversidad y especies comerciales). Se han realizado más de medio millón de observaciones de  87 series temporales analizadas a largo plazo (las últimas cuatro décadas), y los resultados de la investigación indican cuatro grupos de cambios de régimen climático:

  1. Se constata un cambio gradual asociado al cambio climático a partir de los años 80, con un calentamiento de la superficie del mar hasta los 100 m de profundidad en la bahía (0,10-0,25 °C por década), así como aumento de la temperatura del aire y de la insolación. Este calentamiento puede haber repercutido en la redistribución de la comunidad bentónica en la costa vasca, favoreciendo a las especies de aguas cálidas frente a las de aguas frías. Además, el peso a la edad de la anchoa y la sardina ha disminuido en las dos últimas décadas.
  2. Una mayor profundidad de la capa mixta invernal en el sureste de la bahía que probablemente ha provocado un aumento de los nutrientes, del oxígeno superficial y de la concentración de clorofila.
  3. Un aumento del nivel del mar (1,5-3,5 cm por década desde los años 90), asociado al cambio climático.
  4. Un aumento de los eventos de altura extrema de las olas de 16,8 cm por década en el sureste de la bahía, probablemente relacionado con las condiciones de tormenta de la última década, y con impactos en la erosión de las playas.

Estudios como este están ayudando a hacer una estimación de las tasas exactas de calentamiento del mar, la subida del nivel del mar y los fenómenos extremos, así como a tener una previsión de las trayectorias futuras de la productividad marina, unos indicadores fundamentales para definir las mejores medidas de adaptación a dichos efectos negativos del cambio climático en la región y establecer las medidas de mitigación para minimizar los impactos.

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