• El centro tecnológico AZTI ha desarrollado un novedoso aperitivo a base de frutos secos, con una textura original, toda la riqueza nutricional de los frutos secos, sin azúcares añadidos, sin gluten ni derivados lácteos
  • El snack, que fue lanzado al mercado el pasado mes de mayo, ha sido desarrollado junto a la empresa Ecolumber, dedicada al cultivo y comercialización de frutos secos

Derio, a 1 de julio de 2020.- La gastronomía es uno de los grandes placeres de la vida. Por este motivo, encontrar productos que supongan una explosión de sabor para el paladar y que, además, sean nutritivos y permitan mantener una dieta equilibrada es una aspiración casi universal.

Con el objetivo de desarrollar alimentos saludables, sin olvidar el sabor y la textura, el centro tecnológico AZTI, miembro de la alianza Basque Research and Technology Alliance (BRTA), ha desarrollado un snack que contiene todas las propiedades nutricionales y organolépticas de los frutos secos y con una nueva estructura que ha permitido reducir la densidad calórica, por lo que se trata de un producto que contribuirá positivamente en la batalla contra la obesidad .

El producto, desarrollado en colaboración con la empresa especializada en el cultivo y comercialización de fruto secos, Urriarte Iturrate (Grupo Ecolumber), se denomina Air Nuts y se lanzó al mercado el pasado mes de mayo en tres variedades: almendra, pistacho y cacahuete.

Con una composición en la que los frutos secos alcanzan el 82%, sin azúcares añadidos, sin derivados lácteos, sin gluten, ni aceite de palma y con un alto contenido en fibra, se trata de un snack apto para veganos, celíacos e intolerantes a la lactosa y a la proteína de la leche.

“Esta nueva gama de snacks ha apostado por incorporar los resultados de la innovación tecnológica para cubrir las expectativas de placer, salud y conveniencia, centrándose en conseguir un producto con unos altísimos atributos de calidad organoléptica y con toda la riqueza nutricional de los frutos secos. Es un producto placentero, ligero y con una textura altamente crocante”, aseguran los expertos en tecnologías alimentarias del área de Nuevos Alimentos de AZTI.

El snack se enmarca en la apuesta de Ecolumber por la diferenciación a través del desarrollo de productos alimentarios de alto valor tecnológico.

“Actualmente, las innovaciones en el sector de los frutos secos se centran en nuevos diseños o en la incorporación de alguna nota exótica a través de nuevos aromas. También en la combinación con cereales, ya sea en bolsa o en forma de aglomerados mediante siropes y azúcares. Sin embargo, la utilización de azúcares afecta negativamente al perfil nutricional de estos alimentos. En este contexto, la innovación de este proyecto ha sido totalmente disruptiva. Una de las claves ha sido crear porciones con una nueva estructura expandida, voluminosa y porosa que ha permitido reducir significativamente la densidad calórica (calorías por bol), sin añadir azúcares de ningún tipo”, añaden desde AZTI.

“Lograr estos atributos ha supuesto un gran reto al que hemos podido dar respuesta a través de la cooperación y la investigación transferida a la realidad del mercado”, concluye el equipo de investigadores.

Un ejemplo de colaboración y transferencia tecnológica

Air Nuts surge de la colaboración entre Ecolumber, que buscaba dar un paso más en la innovación aplicada a sus productos, y AZTI, un centro tecnológico especializado en la investigación alimentaria y el desarrollo de nuevos procesos de transformación de alimentos.

“La empresa buscaba una nueva línea de snacks de frutos secos que se diferenciara por formato, presentara una textura novedosa y amplificara el sabor, preservando la alta calidad nutricional característica de la materia prima y reduciendo el aporte calórico” afirma Aritz Burutxaga, director de producto de Ecolumber.

La adquisición de la tecnología necesaria para la elaboración de esta nueva línea de snacks ha implicado una importante inversión en equipamiento para la firma. Por lo que para poder avanzar en cada paso ha sido clave evaluar la viabilidad técnica y el potencial de mercado del nuevo producto.

“Este es un camino que se debe recorrer en colaboración, a través de un proyecto de investigación industrial que permita generar la información y el conocimiento necesarios para evaluar la viabilidad del producto. La cooperación entre una empresa alimentaria, que aporta su visión de negocio, estrategia comercial, conocimiento de la materia prima y control de calidad; los proveedores de maquinaria, que incorporan el conocimiento de los medios técnicos; y un centro tecnológico, que aporta la innovación aplicada a los alimentos, ha resultado clave para el éxito del proyecto”, razona Burutxaga.

La iniciativa ha contado con financiación del Gobierno Vasco, un apoyo que ha resultado clave debido al carácter innovador del proyecto.

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