Un estudio internacional en el que ha participado dos investigadores de AZTI demuestra que los stocks pesqueros en el Atlántico Nororiental se están desplazando hacia el norte, y que algunas especies que antes estaban confinadas en las aguas del sur europeo, tales como la merluza, han ampliado el área que ocupan, si bien las especies habituales en aguas del norte europeo, tales como el bacalao, se han contraído.
Estos cambios en la distribución se deben en parte al calentamiento de los mares y en parte a la recuperación de algunas especies por las reducciones de la sobrepesca. En particular, las especies del sur, como por ejemplo anchoas, jurel y lenguado, han ocupado el Mar del Norte, Mar Báltico y oeste de Escocia, porque las aguas son ahora más cálidas.
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