Maniobras de liberación de especies asociadas

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La captura incidental de tiburones, si bien no es significativa a nivel global, comparado con otros artes de pesca, puede reducirse con aplicación de protocolos de liberación adecuados.

Si aparece algún tiburón cuando se está procediendo al embarque de la captura, se liberarán todos los tiburones que se detecten en la cubierta o en el parque de pesca (siempre y cuando los pueda manipular y liberar una persona) del barco, de la manera más rápida y cuidadosa posible para evitar en la medida posible el daño del animal y con las precauciones necesarias para preservar la seguridad de la tripulación en la liberación de estos animales a veces peligrosos. En particular, se evita coger los tiburones únicamente por la cola o por las agallas, para evitar daños así como reacciones peligrosas de dichos animales para los tripulantes. Así mismo se descarta la posibilidad de utilizar lazos o pértigas para liberar los tiburones que aparezcan en superficie. Si se detectan tiburones en el cerco, se intenta sacarlos fuera del cerco empleando el salabardo con el que se embarca la captura aunque se pierda cierta cantidad de pesca (2-3 toneladas) o en su defecto con algún otro tipo de dispositivo tipo cuna que evite cualquier daño posible.

Se recomienda disponer de una sarria, de lonas y/o de equipos similares al costado del salabardo, para poder manipular los tiburones más fácilmente cuando se detecten en cubierta.

Una vez liberado el animal, la tripulación comprobará que el comportamiento de éste es normal y registrará la operación en el cuaderno de pesca. En caso de que se observaran comportamiento extraño, se recogerán igualmente en el cuaderno de pesca.

Siguiendo las recomendaciones existentes en las 4 ORP sobre este grupo de animales marinos* las tripulaciones llevan intentando por todos los medios liberar toda tortuga en el caso de que se enmallen en los objetos actuales o en las redes al cerrar el cerco. En caso de detectar una tortuga enmallada, se para inmediatamente la maniobra de virada de la red, evitando de esta forma que pasen por el halador. Se procede a la liberación de todos los individuos que se puedan localizar en el interior del cerco evitando que se dañen. En caso de que se produzca algún daño en el animal durante la maniobra, se guarda a bordo en condiciones de sombra y humedad y se verifica que se recupera antes de soltarlo. Si el animal lleva encima plásticos o restos de redes, o si tiene un anzuelo de palangre enganchado, se quitan y/o se desenmallan, aunque no provengan de la actividad del barco. Asimismo, si al visitar un objeto sin realizar lance se encuentra una tortuga enmallada, se desenmalla y se libera de la misma forma. Las tortugas se manipulan por el caparazón, evitando sujetar el caparazón justo a la altura de la cabeza, para proteger las manos de los tripulantes en caso que el animal retracte su cabeza.

Con estas prácticas la mortalidad de tortugas marinas en la flota de cerco de OPAGAC/AGAC y ANABAC-OPTUC es prácticamente nula.
Una vez liberado el animal, la tripulación comprobará que el comportamiento de éste es normal y registrará la operación en el cuaderno de pesca. En caso de que se observaran comportamientos extraños, se recogerán igualmente en el cuaderno de pesca.

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ICCAT: Resolución 2010-09 que reemplaza la 2003-11.
CTOI: Resolución 2009-06 que reemplaza la 2005-03.
CIAT: Recomendación 2007-03 que resume las medidas tomadas desde 2000.
WCPFC: Medida de gestión CMM 2008-03

Si bien la incidencia de estos animales en los lances con objetos es prácticamente nula, se establece un protocolo muy sencillo para su liberación en caso de que aparezca, que se trata de intentar sacarlas fuera del cerco empleando el salabardo con el que se embarca la captura aunque se pierda cierta cantidad de pesca (2-3 toneladas) o en su defecto con algún otro tipo de dispositivo tipo cuna que evite cualquier daño posible.

Si no se detecta o no se puede liberar el animal antes de subirlo a bordo, se libera desde el puente. Se recomienda disponer de una sarria, de lonas y/o de equipos similares al costado del salabardo, para poder manipular las grandes rayas más fácilmente cuando se detecten en cubierta y liberarlas mediante grúa. Si se liberan manualmente, se evita cogerlas únicamente por la cola, por las agallas o por los lóbulos cefálicos, para evitar daños así como reacciones peligrosas de dichos animales para los tripulantes. En particular, por el aguijón venenoso que tienen muchos de estos animales en la cola, se procura siempre evitar la parte trasera de una raya y manipularla por la parte delantera, preferiblemente por las aletas pectorales.

Una vez liberado el animal, la tripulación comprobará que el comportamiento de éste es normal y registrará la operación en el cuaderno de pesca. En caso de que se observaran comportamientos extraños, se recogerán igualmente en el cuaderno de pesca.

A pesar de la dificultad que la maniobra de liberación de pintos entraña, la tripulación tomará todas las medidas posibles para evitar la mortalidad de estos animales.
Si se encuentra un tiburón ballena en el cerco, la red se debe recoger de manera cuidadosa para aislar al tiburón ballena en una pequeña zona del saco. A partir de este momento y dependiendo de las circunstancias de la mar, el comportamiento del animal y preservando siempre la seguridad de la tripulación se podrá tomar las siguientes medidas:

A) Cuando el tiburón ballena flota en la superficie

A.1.- Los Pescadores deberán de ir recogiendo la red para aproximar al tiburón ballena hacia la línea de corchos más cercana. La red deberá de recogerse siempre en el sentido de cola a cabeza del animal y por la parte ventral, intentando que el pez se deslice hacia la línea de corchos
A.2.- Si el tiburón es pequeño (mínimo 2m de largo) se procederá liberar usando el salabardo.
A.3.- Liberar la línea de corchos para facilitar la salida del tiburón ballena, produciendo el hundimiento de la línea de corchos.
A.4.- Esperar que el tiburón ballena salga nadando por sí mismo de la red.
A.5.- La recogida de la captura solo se realizará una vez se haya liberado el tiburón de la red.

B) Cuando el tiburón ballena no aparece en superficie.

Se puede comenzar a embarcar la captura hasta que el tiburón aparecza en superficie. En ese momento se dejará de embarcar el atún y se procederá como en el punto A.

C) Cuando el tiburón ballena empuja con su cabeza la red antes de bajar el corcho.

Hay ocasiones en las que el tiburón empuja la red antes de que se pueda bajar la línea de corchos y resulta difícil hacerle retroceder para poder bajar los corchos. En este caso, desde el barco se debe de proceder a sumergir la línea de corchos con unas pértigas o cañas de forma que el animal pueda liberar su cabeza por encima del corcho.

D) Para el caso de que el tiburón quedara atrapado en el saco con la cabeza orientada hacia popa.

La maniobra de intentar liberar al animal sacándolo por encima del corcho se vuelve más dificultosa, por lo tanto la maniobra más efectiva será la de, una vez situado al tiburón en el saco, mirar dónde está ubicado el liñón más próximo a la cabeza del animal, procediendo a cortar un par de brazas la unión del liñón para procurar una ventana a través de la cual deberá salir el tiburón arriando un poco los paños hasta sumergir dicha ventana.

Con independencia de las circunstancias que hayan concurrido y las medidas adoptadas, tras la liberación del animal la tripulación comprobará que el comportamiento de éste es normal y registrará la operación en el cuaderno de pesca. En caso de que se observara un comportamiento extraño, se recogerá igualmente en el cuaderno de pesca.