• Los socios del proyecto europeo SMARTFISH se reúnen en Bilbao en un encuentro organizado por AZTI para analizar los avances de la iniciativa, que trata de desarrollar, probar y promover un conjunto de sistemas de alta tecnología para el sector pesquero de la Unión Europea.
  • El objetivo es optimizar la eficiencia de los recursos, mejorar la recopilación automática de datos para la evaluación de las poblaciones pesqueras, proporcionar evidencia del cumplimiento de las regulaciones pesqueras y el reducir impacto en las poblaciones de peces.
  • SMARTFISH, que arrancó en 2018 y concluirá en 2021, tiene un presupuesto de 6 millones de euros y cuenta con la financiación de la Unión Europea a través del programa de impulso a la I+D+i Horizon 2020.

 (Bilbao a 7 de febrero de 2019) Análisis big data, inteligencia artificial, robótica o machine learning son algunas de las tecnologías 4.0 que frecuentemente se asocian al desarrollo de la aeronáutica, la generación de energía o la automoción. Sin embargo, estos avances también pueden contribuir a elevar de forma determinante la eficiencia y la sostenibilidad de sectores tan esenciales para la economía como la pesca.

Con el objetivo de extraer el máximo rendimiento a las tecnologías de la información y la comunicación, el centro tecnológico experto en la cadena de valor del mar y la alimentación AZTI participa en el proyecto SMARTFISH, una iniciativa iniciada en 2018 con la que se busca desarrollar sistemas inteligentes para un sector pesquero que se enfrenta a importantes desafíos como garantizar una pesca sostenible en el futuro.

“El denominado Crecimiento Azul, la estrategia que apoya el desarrollo sostenible del sector marino, la economía circular y la irrupción de las tecnologías 4.0. ofrecen oportunidades de mejora de la competitividad de la industria pesquera en un mercado cada vez más global que debemos aprovechar”, asegura Guzmán Diez, especialista en gestión pesquera de AZTI.

En su opinión, el nuevo paradigma 4.0. es un “ejemplo claro” de la senda que debe seguir toda la cadena de valor de la alimentación y también el sector pesquero, mediante el “impulso de la mejora de los procesos productivos para optimizar la competitividad de las empresas locales, frente a la presión ejercida a nivel global por las compañías procedentes de lugares que a menudo no respetan ni la legalidad ni la sostenibilidad de los recursos marinos”.

En concreto, los sistemas desarrollados en el marco de SMARTFISH servirán para contribuir al proceso de toma de decisiones de los pescadores durante las fases de pre-captura, captura y post-captura del proceso de extracción, para reducir la mortalidad involuntaria de peces y el daño al ecosistema.

Además, las tecnologías SMARTFISH proporcionarán nuevos datos para la evaluación de poblaciones de la pesca comercial y mejorarán la calidad y cantidad de la información procedente de las encuestas de evaluación tradicionales. De esta forma, será posible realizar una valoración más precisa del stock pesquero y analizar con más rigor la población de peces.

Otra de las ventajas de estos dispositivos será la posibilidad de acceder automáticamente a datos ya recabados sobre capturas de pesquerías, lo que permitirá crear reglamentos de gestión más rigurosos y elevar los índices de cumplimiento.

Para analizar los avances registrados hasta ahora por el proyecto, 39 representantes de los 18 socios que integran el consorcio de SMARTFISH se reúnen en Bilbao los días 6 y 7 de febrero en un encuentro organizado por AZTI.

La cita, que sirve asimismo para revisar la agenda de este año, cuenta con la participación del experto en extracción pesquera del instituto noruego SINTEF Ocean Bent Hermann, especialista que atesora una amplia experiencia en la coordinación de proyectos de I+D internacionales.

El papel de AZTI

Dentro de este proyecto en el que se desarrollarán diferentes soluciones tecnológicas, AZTI coordina un paquete de trabajo destinado al desarrollo y prueba de tecnologías acústicas y ópticas para la discriminación de tallas e identificación de especies en las pesquerías de cerco.

El centro participa también en el desarrollo de la infraestructura de hardware y software para la adquisición de datos científicos y pesqueros, y en la coordinación de las pruebas de diferentes tecnologías en las flotas de cerco y de arrastre del golfo de Bizkaia.

“Estamos trabajando en un sistema de imagen submarino (SeinePrecog) basado en cámaras 3D UTOFIA, video cámaras 2D y ecosondas con el objetivo de discriminar especies para reducir descartes desde antes de la captura”, precisa Diez.

Además, AZTI colabora con ZUNIBAL, la primera empresa vasca que desarrolla boyas oceanográficas para pesca de túnidos, en el desarrollo de una ecosonda acústica capaz de discriminar el tamaño de las especies en los bancos para facilitar las decisiones de los patrones de la flota cerco del Cantábrico antes de hacer el lance, lo que llevará a reducir los descartes y avanzar hacia pesquerías más sostenibles.

Un proyecto que está cosechando frutos

En el marco de SMARTFISH se están desarrollando también sistemas de monitorización en tiempo real independientes de la red de arrastre para la identificación de peces y crustáceos que no se detectan con las técnicas actuales. Otro de los desarrollos que se están llevando a cabo son las soluciones de seguimiento y análisis en tiempo real con capacidad de proporcionar información detallada sobre especies y tamaños que entran en la red de arrastre, basados en la combinación de cámaras de resolución 4K y luz LED, cámara 3D y software para el análisis automático.

El sistema de artes de pesca inteligentes (SmartGear) permitirá la modificación de la red de arrastre utilizando tecnología LED para optimizar el rendimiento de las capturas.

Se utilizarán varios sistemas (CatchScanner, CatchSnap, CatchMonitor) con tecnologías de visión artificial en 3D, cámaras de CCTV y algoritmos de aprendizaje para la recolección de datos y análisis de la composición de especies en las capturas y descartes. Por otra parte, el sistema FishData, será capaz de recoger y analizar sistemáticamente los datos obtenidos en los barcos pesqueros y enviarlos a tierra para facilitar el uso científico de los resultados en la evaluación y gestión de stocks.

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